Cientos de hosteleros de toda Castilla-La Mancha -unos 600 según la Policía, el triple según los convocantes- han exigido este miércoles en Toledo la apertura de los establecimientos y conocer la «hoja de ruta» respecto al sector tanto del presidente regional, Emiliano García-Page, como del responsable del Gobierno central, Pedro Sánchez, porque la situación de la hostelería «no aguanta más remiendos».
Convocados por la Federación Regional de Empresarios de Hostelería y Turismo de Castilla-La Mancha, que agrupa a las cinco asociaciones de hostelería de la región, y con la presencia del presidente de Hostelería de España, José Luis Yzuel, los hosteleros han salido del edificio Toletum de la capital sobre las 10.00 horas, coreando lemas como ‘Los bares no se mueren, los han asesinado’ o ‘Queremos un Ayuso’, hasta llegar a la sede del Ejecutivo autonómico.
Allí, antes de disolver la marcha y haciendo alusión al lema de la convocatoria -‘Page, vuestras decisiones nos arruinan. Un año pagando los platos rotos’- cada uno de los presidentes provinciales ha roto literalmente un plato ante las puertas de la sede del Ejecutivo regional, en el Palacio de Fuensalida, expresando al mismo tiempo una demanda concreta.
‘Por el derecho al trabajo’, ‘porque nosotros no somos los culpables’ o ‘por los miles de empleos que se están perdiendo en Castilla-La Mancha’ son algunos de los deseos que ha ido refiriendo consecutivamente el presidente de la Asociación albaceteña, David Jiménez; el de Cuenca, José Manuel Abascal; Guadalajara, Juan Luis Pajares; Toledo, Tomás Palencia; Ciudad Real, José Crespo, y el propio Yzuel.
Previamente, Crespo, como responsable también regional de los hosteleros, ha leído el manifiesto que harán llegar a las autoridades para mostrarles su «malestar» y pedir «que abran los bares y nos dejen trabajar», pues la situación de la hostelería es insostenible tras «diferentes periodos de inactividad, desescalada, restricciones de aforo y horario, limitación de grupos y desde enero el cierre total».
LOS HOSTELEROS HAN «PERDIDO LA FE»
«Que Page y Sánchez nos digan cuál es su hoja de ruta», ha resumido, asegurando que los hosteleros han «perdido la fe en unos gobernantes que llevan meses cambiando las reglas del juego arbitrariamente» y «jugando» con su patrimonio, los trabajadores y sus familias «sin acreditar siquiera» que el sector ha sido el causante de los contagios.
Ha hecho mención expresa «a los compañeros del ocio nocturno» y a los de la actividad de las discotecas «cerrados desde el 22 de agosto sin empatía alguna por parte de la Administración y sin ayudas» por el cierre, «como el virus fuera ligado al baile», y también a los que no disponen de terrazas, algo «imprescindible para subsistir» en estos momentos.
«La hostelería se desangra y el Gobierno nos da tiritas», ha indicado José Crespo, recordando que en 2020 se cerraron 85.000 establecimientos en toda España y que durante el últimos trimestre del año hubo 400.000 trabajadores menos en el sector «y pérdidas en facturación de 70.000 millones de euros».
Según ha expresado, ya están «hartos de burócratas que no conocen el funcionamiento del sector y que aprueban medidas cada vez más imaginativas pero poco efectivas, como si esto consistiera en un concurso de ideas novedosas» mientras «el sector es algo más que eso, es un tremendo nicho de empleo, un motivo de distinción con los países de nuestro entorno y una forma de vida. Servimos felicidad, esa que se nos está arrebatando a marchas forzadas», ha detallado.
Finalmente, el presidente de la Federación Regional de Hostelería y Turismo de Castilla-La Mancha ha citado, entre sus reivindicaciones, la apertura inmediata de establecimientos «al haberse demostrado que son seguros», la exención total de impuestos durante los periodos obligados de cierre y ayudas directas a un fondo perdido, como hacen los países del entorno, «frente a las limosnas que se ofrecen».
«SITUACIÓN DRAMÁTICA»
Tras él ha tomado la palabra Yzuel, que ha pedido a los hosteleros que se sientan orgullosos y continúen «alzando la voz». «Basta ya de que seamos los paganos de los platos rotos, estamos hasta las narices, queremos ayudas directas», ha apuntado.
«Hoy representáis a toda la hostelería de España, absolutamente cercenada y arruinada y con decisiones que nos están poniendo en una situación dramática», ha declarado, no sin antes dar las gracias a los cinco presidentes provinciales y todas las organizaciones que se han sumado a este acto pese a que tienen «plantillas absolutamente arrasadas, impagadas y limitadas».
A todos ellos les ha pedido que sientan el «orgullo» de este sector que es «envidia en el mundo», que «tira del carro, genera empleo» y que en 20 años ha sido capaz de duplicar ese empleo. Es un sector «diverso y resiliente», ha asegurado, convencido de que aunque España se distingue por las playas y el turismo de interior, los bares son «maravillosos».
«Nos envidian en todos lados», ha subrayado, para pedir en ese punto a quienes dicen «que no aportamos valor añadido» que «se callen la boca».
Una vez concluidas las intervenciones, los manifestantes han guardado un minuto de silencio durante el acto por el compañero hostelero que se suicidó en Valladolid la pasada semana y han expresado su apoyo con un aplauso a Alfonso Beltrán, otro hostelero de Torrijos (Toledo), en huelga de hambre, al que van a visitar este mismo miércoles para darle ánimo.
Antes de marchar, todos los hosteleros han podido disfrutar de un picnic antes de marchar a sus lugares de origen, que ha corrido a cargo de la Federación de Toledo, cuyo presidente ha dado el agradecimiento a los proveedores por colaborar en esta acción, que se ha desarrollado en los Jardines del Tránsito, ya que «no podemos abrir los bares ni tomarnos una cerveza».