No, eso que se ve sobrevolando el cielo tomellosero, no es una estrella fugaz, es un avión que deja tras de sí una estela. Como estela, ha dejado el terrible suceso de hace unos días, y es que, unos cafres, no tenían nada mejor que hacer, y se les ocurrió la «brillante» idea de decapitar las cabezas de los Reyes Magos del belén, a tamaño real, realizado por la Fundación Cadisla, y que, adorna la plaza de España de nuestra localidad en estas fechas navideñas. Como, obviamente, no les da para pensar mucho, no pensaron en los niños y niñas, ni en el trabajo que hay detrás de estas figuras.
Y ya puestos a pedir un deseo, como si el avión se tratase de una estrella fugaz, deseamos que dejen de ocurrir estos destrozos tan miserables, pues no conducen a nada, al igual que si ocurren con cualquier otro mobiliario público, salvo para que las arcas municipales, o sea, todas y todos, se resientan al pagar las roturas.
Una sociedad más cívica, más empática y más solidaria es la base para que todo esto deje de ocurrir, y debemos de incidir en ello en todos los ámbitos, empezando a dar ejemplo desde casa. Los bárbaros son pocos, y tienen que dejar de actuar impunemente, pagar con multas sus estropicios para que dejen de cometerlos, no dejemos que los zafios s crezcan y salgan indemnes.