El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que ha asegurado este lunes que a la pandemia «hay que ponerle un tope, una fecha» porque «no se puede convertir en normal lo excepcional», ha avisado de que si la llamada tercera ola de contagios por COVID-19 no se controla pedirá «medidas más rotundas a nivel nacional». «Confió en que los casos bajen de forma notable. Los datos lo avalan, pero si no habrá que tomar decisiones de carácter global».
Ha sido en el acto de homenaje a los efectivos que trabajaron en el temporal ‘Filomena’ donde el presidente castellanomanchego también ha criticado que «no sirve de mucho» que su Ejecutivo adopte medidas «restrictivas» mientras «otros en España van presumiendo de ser menos restrictivos, de modo que cuando se abra la barrera nos volvamos otra vez todos a complicar la vida».
Con estas palabras, García-Page se ha referido a la vecina Comunidad de Madrid, lamentando que Castilla-La Mancha, pese a tener cinco provincias, «sufra el efecto de esa sexta provincia», en alusión clara a la región que dirige Isabel Díaz Ayuso.
«Hay más de 100.000 personas que se han venido a vivir, en una especie de fuga sanitaria, de emigración sanitaria. Gente que se ha venido a vivir porque aquí tiene sanidad, educación, servicios sociales y atención sanitaria de otra manera», ha denunciado el presidente de Castilla-La Mancha, que ha añadido que lo mismo «le está pasando al Levante, de ahí la cifras que tienen, y a Extremadura, que tiene 35.000 empadronados nuevos. Es evidente que la gente se mueve a sitios que le ofrecen más garantía, pero hace que las estadísticas engañen mucho».
Dicho esto, ha asegurado que en Castilla-La Mancha se han emitido 1,2 millones de recetas a ciudadanos con tarjetas sanitarias de Madrid, y la cifra no baja. «Hablamos de una sexta provincia que vive en nuestra tierra, y no tengo ningún reproche que hacer, es un problema que hay que arreglar entre todos, pero no hay que ocultarlo», ha añadido.
CRITICA A LOS QUE VAN PRESUMIENDO
Y es que, al titular del ejecutivo castellanomanchego le resulta «obsceno» que como presiente haya tenido que firmar «decretos exigiendo responsabilidad y decisiones duras para la gente, que ha tenido que echar el cierre», mientras en algunas regiones «van presumiendo con no se qué recortes».
«Lo terminamos pagando el resto. Esto no es justo, ni razonable ni serio para un país que se precie de eso, de ser un país. Vamos a hacer este planteamiento a la vuelta de no mucho, respondiendo al estrés que mantienen nuestros servicios habituales, y eso que seguimos teniendo menos pacientes no COVID que COVID y hay un sistema de emergencia que nos permite dar ayuda a otras regiones y países, como Portugal».
Pese a asegurar que «son muchos meses de pandemia», García-Page ha destacado que científicamente se está respondiendo con una vacuna, destacando que, incluso ésta, será española y se producirá en Castilla-La Mancha, algo, que le ha llevado a mostrarse con cierto optimismo. «A la vuelta de unos meses se podrá tener otra perspectiva», ha dicho.
VACUNACIÓN EN C-LM
«España podrá recuperar su tejido económico a la vuelta de un tiempo con el turismo y sector servicios. Pero para eso se tiene que restablecer la movilidad global y tiene que pasar en Brasil, en EEUU y en China, porque unos dependemos de otros y no habrá seguridad si no se tiene garantías de que todo el que pase por este país, que recibe a 80 millones de personas, está en tranquilidad sanitaria».
Por último, y en clave regional, ha asegurado no descartar que el próximo verano en Castilla-La Mancha se haya cubierto las fases de vacunación para llegar a un amplio porcentaje de población. «Al menos que dos de cada tres personas estén vacunadas. Este es el objetivo y el centro de atención que hoy tenemos de manera permanente, obsesiva», ha concluido.