El presidente del PP de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, después de que el Gobierno regional anunciara este lunes su intención de flexibilizar las restricciones en el sector hostelero, ha pedido que estos matices contemplen poder abrir barras e interior de locales al 50% y las terrazas al 70%, a lo que ha sumado su propuesta de bajada de impuestos aprovechando el superávit que registró la Comunidad Autónoma.
En declaraciones a los medios desde la localidad toledana de Almorox, ha dicho que espera que esas palabras «no se queden en un anuncio grandilocuente que no se quede en nada», y no sea «simplemente un pequeño matiz para tratar de quedar bien pero sin medidas reales».
Ahora, el presidente regional, Emiliano García-Page, «debería escuchar a los hosteleros y autorizar que el sector esté abierto», dando garantías de que los negocios van a levantar la persiana ante un contexto en el que la hostelería «sufre los ataques del Gobierno».
«Política de cercanía, en contacto directo con los vecinos, que si detecta un problema corre a solucionarlos, esa es la política que representan nuestros alcaldes, a quienes agradezco su trabajo», ha aseverado, pidiendo «seguir su ejemplo». Pero, ha considerado, la política regional también debería «acompañar» ese trabajo de los ayuntamientos.
Preguntado sobre las restricciones que ha impuesto el Gobierno del PP en Castilla y León, ha evitado criticarlas del mismo modo que lo hace con la política castellanomanchega, considerando que la realidad es distinta y que el modelo que se reivindica en esta región «es el de la libertad, el de evitar cierres y prohibiciones y criminalizar al sector». «El modelo que funciona en Madrid», ha defendido.