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lunes, 23 diciembre
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Denuncian la desesperación en el cultivo del ajo por el problema del agua

Genera 10.500 empleos directos y miles más en jornales puntuales y miles indirectos, cultivando 19.150 hectáreas en la región de las 27.348 has. a nivel nacional

Las organizaciones agrarias y Cooperativas de Castilla-La Mancha, ante el abandono detectando por muchas explotaciones familiares y agricultores profesionales que están cesando su actividad en el cultivo del ajo, especialmente en la cuenca alta del Guadiana, piden a las autoridades medidas concretas y rapidez en la toma de decisiones para llevar a cabo los cambios de legislación necesarios y proteger un cultivo que genera al año en Castilla-La Mancha  10.500 empleos directos, en las zonas de producción, además de miles más de jornales puntuales e indirectos.

En la rueda de prensa que ha tenido lugar en la Cooperativa San Isidro Labrador de Las Pedroñeras han participado el portavoz de Agua y del sector del Ajo de Cooperativas Agro-alimentarias Castilla-La Mancha, Julio Bacete;  el vicepresidente de Asaja Cuenca, Antonio Esucudero; el secretario general de UPA, Julián Morcillo y  Noelia Serrano, como miembro de COAG Castilla-La Mancha.

Las cuatro organizaciones han coincidido en denunciar la situación y en continuar caminando unidos en defensa del agricultor y de sus empresas cooperativas, que ante la disminución de la producción de ajo verán igualmente mermada su rentabilidad empresarial.

En este sentido Bacete denunciaba que “una sanción de 50.000 euros no hay quien lo aguante, y no somos los culpables los agricultores. Los agricultores solo transformamos el agua que necesita una semilla para ser transformada en alimento, con todas las exigencias y respetos medioambientales”.

Por su parte, Escudero señaló que “es duro. Si no existiera el ajo esta zona estaría totalmente despoblada. El consejero de Agricultura y la Confederación lo tienen que saber y es duro lo que está ocurriendo. Además somos un cultivo cuyas inversiones en pozos son pagadas por nosotros, no pedimos nada a nadie”.

Julián Morcillo puso en valor el liderazgo del sector del ajo desde Castilla-La Mancha en España y en Europa “por eso es necesario que se enteren de lo que está pasando en Las Pedroñeras y su comarca, toda ella productora de este cultivo social”.

Torre de Gazate Airén

Noelia Serrano, denunciaba que “no podemos pensar que por sistema se nos acuse de ser ladrones del agua. Sólo queremos sobrevivir, ni siquiera vivir. Muchas de las sanciones, han sido por no haber sido resuelto los expedientes, pues la falta de agilidad de la Confederación, está haciendo mucho daño”.

Este cultivo forma parte de la cultura económica y social de Castilla-La Mancha especialmente en localidades repartidas por las comarcas de La Alcarria, La Mancha, Mancha Alta, Mancha Baja, Manchuela y Centro, concentrándose la mayoría de la producción entre La Mancha Baja y Centro de Albacete, siendo una gran fuente de riqueza para la región.  Pero es concretamente en la zona del Alto Guadiana donde en su mayoría  agriculturas familiares con pozos con autorizaciones insuficientes (7.000 m3), están al límite de la rentabilidad para poder llevar adelante su cultivo debido a las numerosas restricciones que padecen.

Peticiones

El cultivo del ajo exige, por cuestiones agronómicas, fitosanitarias, ecológicas y de calidad de producto, la obligada rotación de cultivo  pudiendo sembrar ajos en la misma parcela, como máximo, una vez cada 3-4 años de forma viable, por lo que debe rotar, y el pozo/ la concesión de agua no cambia de lugar. Para ello habría que impulsar las modificaciones o adaptaciones legales que fuesen oportunas en la legislación de aguas.

En otro orden de cosas, las organizaciones piden que “sería de gran ayuda que pudiese realizarse un balance de consumos de agua en varias campañas, de manera que el agua que sobre de la dotación un año, pudiese acumularse para el año próximo, y así no se exceda en cómputo total la dotación máxima concedida”.

Además, una de las prácticas que solucionarían parcialmente algunas situaciones, es que se permitiera (con resolución expresa) el agrupamiento de las autorizaciones de 7.000 m3/ha, para poder mejorar las opciones del agricultor que sea titular de más de un aprovechamiento de estas características.

Agilización en la gestión de medidas y resoluciones

También piden, además de la agilización en la gestión de medidas y resoluciones, que  para el próximo Plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Guadiana, se arbitre una fórmula que permita al cultivo del ajo generar autorizaciones temporales del uso del agua en parcelas distintas a las que está vinculado del derecho de agua.

Detener las sanciones

Por último, una de las medidas más urgentes y necesarias en estos momentos es que, mientras no se resuelvan los expedientes que actualmente están en marcha y se tome una decisión sobre las peticiones que aquí realizamos, no se sancionen a los agricultores por realizar dichas prácticas.

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