El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado muy crítico con el hecho de que finalmente en la medianoche de este sábado vaya a decaer el estado de alarma decretado a nivel estatal pese a la insistencia de varias comunidades autónomas de poder prolongarlo alguna semana más, escenario en el que ha mandado una viso: «Si llega otra ola, a algunos les supondrá un adiós».
En rueda de prensa para explicar los pormenores de la nueva normativa en la región, García-Page ha dicho que «la ciudadanía tiene que entender que hoy cambian cosas hacia adelante por el esfuerzo de todos, y sólo la responsabilidad de todos puede hacer que estos pasos hacia adelante no signifiquen una marcha atrás», ha deseado García-Page, quien confía en que no aparezca una quinta ola de contagios en el territorio nacional.
Si esa ola llega, «a algunos les supondrá un adiós», ya que «toda gestión que hagan las administraciones públicas comportan una responsabilidad».
Así, prefiere que lo que se pueda decidir por consenso no acabe siendo «impuesto», en alusión al fin del estado de alarma sin más negociación por parte del Gobierno de España.
Al margen del «ruido» en los últimos meses, ha defendido que las autonomías han trabajado en armonía a lo largo de las últimas semanas, por lo que lamenta que decaiga finalmente el estado de alarma.
EL ESTADO DE ALARMA «MUY ÚTIL», PERO…
Tras calificar como «muy útil» el estado de alarma que ha regido a España en los últimos meses, ha vuelto a poner de manifiesto que hubiera sido más útil todavía si se hubiera prolongado «un mes más, o un mes y medio».
En definitiva, ha defendido que, con más o menos diferencias, el espíritu de las comunidades autónomas en la gestión de la pandemia ha sido de cogobernanza en armonía.
Otro de los extremos que obliga a retocar la normativa por el fin del estado de alarma es el aforo a eventos religiosos, que no podrán tener limitación y podrán celebrarse en todos los casos al cien por cien.
Este mes de mayo será «muy importante» ya que el virus «no se ha ido», además de que la vacunación aún tiene camino por delante, ya que «podría ir mejor si hubiera más vacunas».
En esta línea, ha hecho extensivo su agradecimiento a «todos los sanitarios» por lo que ha sido «un año de estrés y presión personal» soportada.
«El pueblo español ha sido más serio, más formal, y más comprometido que otras sociedades a las que considerábamos más legalistas o estrictas. Aquí la alegría no está reñida con la prudencia», ha rematado.