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sábado, 21 diciembre
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El homenaje de Estado a las víctimas del virus dedica un tributo a los sanitarios fallecidos

El Rey traslada la "gratitud infinita" del país al personal de la salud por su entrega en la pandemia y pide "unidad" para superarla

El Rey Felipe VI, acompañado de la Reina Letizia, ha presidido este jueves en la Plaza de la Armería del Palacio Real un emocionado tributo a los sanitarios fallecidos por la pandemia, que han sido los protagonistas del segundo homenaje de Estado a todas las víctimas del Covid, celebrado en el Palacio Real. El acto ha servido también para recordar a las personas mayores, las ‘pioneras’ de la vacunación y las que con más fuerza han sufrido el embate del virus.

La ceremonia civil, organizada por Moncloa con un formato muy similar al primer homenaje que celebró en el mismo lugar el año pasado, ha combinado el recuerdo y el duelo por todas las personas que han perdido la vida desde el inicio de la pandemia, con la esperanza que se abre con la vacunación.

Más de un centenar de profesionales sanitarios han fallecido como consecuencia del Covid y cerca de 130.000 se han contagiado. Este homenaje pretendía ofrecer a sus más allegados, sus familiares más cercanos, presentes en el acto, el consuelo y el agradecimiento de todo el país.

El Consejo de Ministros concedió este martes la Gran Cruz del Mérito Civil a 120 miembros del personal sanitario fallecidos por el virus. El Rey ha entregado este jueves 102 de estas condecoraciones a los familiares de los fallecidos, cuatro de manera pública durante la primera parte de la ceremonia y el resto en un acto privado posterior dentro del Palacio.

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La ceremonia, conducida por el periodista Fernando Ónega, ha arrancado a las nueve de la mañana, con la entrada de las autoridades a la Plaza de la Armería, donde se han distribuido, junto los demás invitados, en asientos colocados formando círculos concéntricos entorno a un pebetero.

«DEMASIADO SUFRIMIENTO» A LA ESPALDA

Tras la llegada de los Reyes, la Orquesta de Radiotelevisión Española, bajo la batuta de Virginia Martínez, ha interpretado el himno nacional y el de la Unión Europea y, después, ha tomado la palabra la cirujana pediátrica del Hospital Universitario de Málaga María Díaz Diñeiro, que estaba acompañada por su madre y sus hermanas.

Son las familiares del doctor Joaquín Díaz Domínguez, que fue director médico y jefe del Servicio de Cirugía y aparato digestivo de hospital madrileño de la Paz, donde murió con 67 años en abril del año pasado, poco después de jubilarse. Su esposa también ejerció como enfermera durante 40 años en ese centro y allí dio a luz a sus tres hijas.

La doctora Díaz Diñeiro ha lamentado no haber podido despedirse de su padre, pero ha agradecido la labor de todos los profesionales que le cuidaron en sus últimas horas y ha pedido a todos los usuarios del sistema sanitario que sean conscientes de que todo el personal que le atiende en hospitales y centros de salud «llevan cargado a la espalda demasiado sufrimiento».

Tras su discurso se ha encendido la llama votiva y el Rey le ha impuesto la Gran Cruz del Mérito Civil que se ha concedido a su padre. A continuación ha hecho lo propio con los familiares de los otros tres sanitarios fallecidos, en representación de todo el colectivo.

Por sugerencia de la Casa del Rey se ha seguido un criterio de edad para la elección de las cuatro familias de los fallecidos han recibido esta condecoración en público, entre las que está el de mayor edad, el menor y una doctora no nacida en España pero que hizo aquí casi toda su carrera.

Mientras sonaba el adagio del Concierto para oboe de Alessandro Marcelo, han recogido las cruces la hija de doctor Jesús Algaba, otorrinolaringólogo de reconocimiento internacional fallecido a los 79 años en San Sebastián.

LLANTO POR UN HIJO

También el padre y la madre del auxiliar de enfermería del Hospital asturiano de Jove Pablo Riesgo, que enfermó de Covid, se recuperó pero después recayó y acabó perdiendo la vida el pasado mes de febrero, con 26 años. Su padre y su madre visiblemente afectados, han recibido palabras de consuelo de los Reyes, como el resto de famliares.

El esposo y el yerno de la ginecóloga Nedialka Veleva, nacida en Bulgaria pero nacionalizada española, que murió en enero de este año, con 68 años, tras prestar servicio en un centro privado de Palma, también ha recibido la condecoración.

Los Reyes han dejado después una corona a los pies del pebetero y se ha guardado un minuto de silencio, con el intermezzo de la Ópera Cavalleira rusticana de Pietro Mascagni de fondo, antes de dar paso a la segunda parte de la ceremonia, que ha tenido como protagonistas a las primeras personas vacunadas en España.

ARACELI, LA PRIMERA VACUNADA

Uno de los momentos más entrañables se ha producido cuando ha intervenido Araceli Hidalgo, la afortunada anciana de 97 años a la que se inoculó la primera dosis el pasado mes de diciembre y que alcanzó la ‘fama’ por ese hito cuando explicó a los medios de comunicación qué había sentido al recibir la vacuna.

Hidalgo sigue viviendo en la Residencia Los Olmos de Guadalajara y, aunque tiene dificultades de movilidad, no ha querido perderse el homenaje y ha aprovechado para enviar un mensaje a los más jóvenes para que «respeten» al virus. Ha estado acompañada por su hija Carmen -quien ha querido reconocer expresamente el trabajo de los trabajadores de las residecias de mayores– su hijo, su nieto y su bisnieta.

También han estado en la Plaza de la Armería más mayores que estuvieron entre los primeros vacunados en distintas comunidades autónomas y cuyas edades oscilan entre los 78 y los 96 años. Su presencia buscaba simbolizar la fuerza de la vacunación, la esperanza de la salida de la pandemia y el valor del colectivo más afectado por la mortalidad en esta crisis.

CORO INTERGENERACIONAL

Durante el evento, se ha proyectado un video con el título de ‘Esperanza’, en el que ha intervenido el futbolista Andrés Iniesta, presentando historiales reales de superación en la pandemia y tras escucharse el ‘Hallelujah’ de Leonard Cohen, a llegado el discurso del Rey.

Felipe VI ha trasladado la «gratitud infinita» que siente todo el país hacia quienes combatieron en primera línea contra el virus, «anteponiendo su deber a su seguridad» y ha tenido también un recuerdo para todos los mayores fallecidos. Asismismo, ha llamado ha mantener la prudencia, puesto que virus sigue entre nosotros y ha afrontar esta situación desde la «unidad».

Unos 45 minutos después el acto ha finalizado con la interpretación de la canción ‘Por eso cantamos juntos’, compuesta por Josu Elberdin, e interpretada por el Orfeón Pamplonés, bajo la dirección de Igor Ijurra Fernández.

El Orfeón Pamplonés es un coro intergeneracional, compuesto por 52 cantantes cuyas edades oscilan entre los siete y los 85 años. Se les ofreció participar en este homenaje como reconocimiento a la iniciativa que tuvieron durante los peores momentos de la pandemia cuando decidieron ir a cantar al exterior de varias residencias de ancianos para consolar a las personas mayores que estaban confinadas.

Este acto ha sido el primer evento público al que ha asistido el nuevo Gobierno. El Gabinete ha acudido en pleno salvo el titular de Interior, Fernando Grande Marlaska, que tenía una reunión con sus colegas europeos. También han sido el estreno del nuevo presidente del Senado, Ander Gil.

Asimismo, han estado la presidenta del Congreso, Meritxell Batet; los del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, y el Constitucional, Juan José González Rivas; los líderes de PP y Cs, Pablo Casado e Inés Arrimadas, y el portavoz del PNV, Aitor Esteban, entre otros.

También se han sumado el grueso de los presidentes autonómicos. Sólo han faltado los de Cataluña, Pere Aragonès; Euskadi, Íñigo Urkullu, Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y Aragón, Javier Lambán. Por segundo año consecutivo Vox se ha desmarcado de lo que considera un acto de propaganda.

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