La Guardia Civil, en el marco de la Operación SABATON-COFRESNO, ha detenido a 11 personas con edades comprendidas entre los 22 y los 41 años y ha investigado a otras 8 más, por pertenencia a grupo criminal, delitos de robo con fuerza en las cosas y receptación.
Estas personas se habían especializado en el robo de cable de cobre, y han causado pérdidas y daños valorados en 564.694 euros en cooperativas, depuradoras, fábricas y otro tipo de establecimientos de localidades de las provincias de Toledo, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Madrid, Valencia y Castellón.
Desde el pasado mes de febrero, Unidades de la Guardia Civil de las Comandancia de Toledo y Ciudad Real abrieron de forma paralela sendas investigaciones para esclarecer distintos delitos de robo con fuerza en las cosas de cableado de cobre, que se estaban cometiendo en sus respectivas demarcaciones, como el cometido en una cooperativa de Corral de Almaguer (TO) o en una cantera de la localidad de Fuente del Fresno (C.Real).
En el transcurso de estas investigaciones, los agentes descubrieron que se encontraban frente a la misma organización criminal especializada en este tipo de delitos, por lo que iniciaron una investigación conjunta, la Operación SABATON- COFRESNO.
Localización y robo en las instalaciones:
La Guardia Civil comprobó que este grupo delincuencial se desplazaba durante varios días hasta distintas instalaciones, como canteras, cementeras, cooperativas agrícolas, fábricas o depuradoras de agua, donde realizaban un estudio exhaustivo de la zona y localizaban un lugar donde, después de cometer el robo, esconder el cable de cobre y proceder a su “pelado”, quemando la camisa de plástico que lo cubre, para después poder venderlo de forma ilícita.
Una vez que habían elegido una instalación, fracturaban el vallado perimetral o alguna puerta que daba acceso y procedían a cortar el cableado, pero sin dejar dicha instalación sin suministro eléctrico en su totalidad, con la finalidad de no levantar sospechas y ser sorprendidos o descubiertos en el lugar.
Seguidamente tiraban del cable, generalmente utilizando un vehículo de la propia instalación o que habían sustraído previamente, al que ataban un extremo del cableado y ponían en movimiento para conseguir extraer gran cantidad de metros de forma más rápida y segura.
Para sus desplazamientos utilizaban vehículos antiguos pero de gran potencia que pertenecían a terceras personas y que cambiaban constantemente, para que ante la sospecha de ser detectados o descubiertos por la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, dejarlos abandonados y no los relacionaran con ellos.
Perjuicio y daños causados:
En la comisión de sus delitos, estas personas ocasionaron grandes perjuicios a empresas y particulares, llegando a dejar sin funcionamiento estalaciones esenciales como depuradoras de agua, dejándolas inoperativas hasta su reparación, lo que afectaba gravemente al ciclo de saneamiento del agua y a su distribución entre la población.
Se calcula que estos delincuentes han llegado a sustraer 15.055 metros de cable de cobre, y que su valor y los daños causados ascienden a los 564.694 euros.