Esta crisis sanitaria ha conllevado un exceso de apariciones públicas de los dirigentes encargados de tranquilizar a los atribulados ciudadanos que, confinados en sus casas, asistían impotentes a los palos de ciego de un Gobierno que ni lo vio venir, ni ha estado a la altura de lo acontecido.
En Castilla-La Mancha esas apariciones le correspondían al presidente de la Junta, García-Page. En muchas de esas apariciones públicas, García-Page ha utilizado una “muletilla”, esas expresiones en las que apoyarse igual que el que se auxilia de algún instrumento para poder seguir caminando.
Como si la comparecencia fuese un camino por transitar, las muletillas le servían para sostenerse al hablar y de paso orientarnos hacia una determinada forma de valorar la actuación de su Gobierno. García Page iniciaba un discurso vacilante, deslavazado y torpe y de repente daba una cifra seguida de la expresión “que se dice pronto” y su ser se recomponía. Las combinatorias con el verbo “decir” por una parte, valoran la exactitud de su enunciación y, por otra, establecen un comentario sobre la fuerza argumentativa de lo dicho.
El 8 de abril, ya con 1.255 fallecidos en la región (ese día hubo 78 fallecidos más que el anterior), se fue al aeropuerto de Barajas y se puso ante los micrófonos para decir que había comprado 100 respiradores en Turquía “que se dice pronto”. Respiradores inservibles según varios artículos en prensa posteriores y que deben estar en algún almacén. Se atrevió incluso a decir que en la región nunca habían faltado respiradores. Terrible afirmación para los que han visto morir a sus seres queridos por falta de este elemento vital.
También en los primeros días de abril anunció que Castilla-La Mancha iba a poder realizar en los próximos días hasta 100.000 pruebas de detección del COVID-19, gracias a una segunda compra de test rápidos, en este caso de 40.000 unidades, que se sumaban según él a las 60.000 ya adquiridas por el Ejecutivo castellano-manchego. 100.000 pruebas, “que se dice pronto”, se le oyó decir.
Más recientemente, hablando de la línea de ayuda a autónomos dotada inicialmente con 25 millones de euros, dotación totalmente insuficiente como denunció el Partido Popular de Castilla-La Mancha, hace pocos días se decidió aumentarla hasta los 80 millones. Ese aumento también mereció la muletilla del presidente cuando anunció que la región iba a destinar 55 millones de euros más “que se dice pronto”.
Pues sí, este es el problema de García-Page. Que dice pronto las cosas, que las medita poco y las suelta con una especie de bula o patente de corso cada día más en entredicho. Dijo demasiado pronto que los maestros querían 15 días de vacaciones, o que los mayores de las residencias no sirven o que los sanitarios tenían los medios de protección adecuados y suficientes. Pero lo cierto y verdad es que García-Page y su Gobierno no han estado a la altura y que su nefasta gestión ha conseguido que Castilla-La Mancha sea la comunidad autónoma con más fallecidos de España por cada 100.000 habitantes, que se dice pronto.
Miguel Ángel Rodríguez
Diputado regional del Partido Popular de CLM