Esta semana han dado comienzo las obras de rehabilitación del firme de la calle Belén, una reparación muy necesaria como bien saben los vecinos que consistirán fundamentalmente en el cambio del adoquín original por asfalto. La intervención, que tendrán una duración aproximada de un mes y medio, se ha iniciado con la retirada de los adoquines con retro-excavadoras del tamaño adecuado para dejar libre la zona de paso de peatones para comodidad de los mismos, vecinos y comerciantes. La idea es intentar dar una segunda vida a estos adoquines para reparaciones o futuras intervenciones por lo que serán trasladados al almacén municipal.
El proyecto incluye la reparación de soleras con una nueva base de hormigón, reparación de imbornales actuales y conexiones que se detecten deterioradas, y la creación de nuevos sumideros en la parte central de la calzada. La obra finalizará con dos capas de asfalto, la primera de 8 centímetros más gruesa para crear una solera consistente sobre la que descanse la segunda, un acabado más pulido de 5 centímetros que recogerá las aguas hacia el centro. Las obras supondrán una inversión de 100.000 € con cargo al superávit municipal de 2019 para un proyecto de reparación de firmes.
Cabe recordar que las obras ejecutadas en 2015 tuvieron un estado de conservación aceptable los dos primeros años, para a partir del tercero, comenzar a sufrir un deterioro manifiesto. Ante esta situación se llevaron a cabo las primeras reparaciones en un intento de alcanzar soluciones para conservar los adoquines actuando en un tramo de la calle con solera de hormigón y una cama más firme y reducida de árido que no resultó. El tránsito de vehículos pesados y el alto volumen de tráfico que soporta esta céntrica calle puso de manifiesto que el adoquín no fue una decisión acertada y que la solución definitiva pasaba por el asfalto.
Este primer intento supuso un gasto de 15.000 € al que siguió la reparación de otros fallos de partida detectados en la calle. 6.000 € más se fueron en la sustitución de unos bolardos que no cumplían la Ley de Accesibilidad de C-LM y otros 10.000 € en la adecuación de las zonas ajardinadas que se dejaron a ras de tierra con la consiguiente suciedad que se generaba por este motivo. Se optó por un encintado ornamental y un pequeño vallado para delimitar las zonas y proteger la vegetación, además de eliminar una isleta en el cruce de la calle Don Víctor que dificultaba el tráfico rodado y el recorte de otra junto a la calle Independencia por el mismo motivo.
Desde el equipo de gobierno se lamenta profundamente que desde 2015 hayan sido ya tres veces los cortes programados que se han llevado a cabo con las consiguientes molestias e incomodidades que generan. Por ello se agradece la comprensión de los vecinos y su paciencia ante unas obras indeseadas por unos costes que podrían haberse destinado a otras actuaciones pero que supondrán la solución definitiva.