Como todos saben, desde hoy, el uso de las mascarillas es obligatorio, tanto en espacios públicos abiertos, como en cerrados, siempre y cuando, no se pueda garantizar una separación, mínima, de dos metros.
Nada nuevo, pues prácticamente, desde que se extendió el Covid-19, se han convertido en un bien de primera necesidad del que, casi todos, disponemos.
Un complemento más, agobiante, pero al que, no queda más remedio, tendremos que hacernos, pues parece que la usaremos durante una larga temporada.
Las mascarillas «vendrán» con nosotros a trabajar, a realizar las compras, y como se aprecia en esta imagen, a pasear. Todo sea por nuestro bien, por evitar nuevos contagios y para poder seguir avanzando hacia la normalidad, bueno como dicen los políticos y expertos, la «nueva normalidad».