El sector agrícola, también, está viviendo un año de incertidumbre, y es que con el coronavirus, se han añadido otras preocupaciones a las ya típicas del agricultor. Se suma la de encontrar mano de obra, y es que las restricciones de movilidad entre provincias y el cierre de fronteras están haciendo, que por lo menos, en estos primeros días de, nueva normalidad, no se encuentren trabajadores disponibles. Igualmente preocupa y mucho los precios, la paralización del consumo y las exportaciones durante estos meses, han hecho que baje la demanda y los precios, pues aún queda producción pendiente de vender de la pasada campaña.
Menos mal, que no todo son malas noticias, pues, en lo meteorológico, es un año excelente, y que siga así. La lluvia ha caído con frecuencia, además, unas temperaturas optimas han hecho que el campo esté en todo su esplendor y se espera una cosecha óptima.
Esperemos que, vayan subsanando los problemas, y que al inicio de las más campañas más abundantes de nuestra zona, los problemas de personal y precios, mejoren, y que nuestros agricultores tengan un año lo más decente posible en todos los aspectos.