El Gobierno de Castilla-La Mancha ha mostrado su compromiso con la creación de una Ruta del Vino de Almansa como parte de la oferta turística diferencial de la región, en el marco de un producto certificado como son las Rutas del Vino de España.
La directora general de Turismo, Comercio y Artesanía, Ana Isabel Fernández, ha mantenido una primera reunión con alcaldes y representantes de los municipios pertenecientes a la comarca Monte Ibérico-Corredor de Almansa y que están incluidos en la zona de producción de la Denominación de Origen Almansa, para subrayar el apoyo del Gobierno regional a estas figuras y exponer las ayudas a disposición tanto de las rutas ya constituidas, para su promoción, como de aquellas que están desarrollando o abordan procesos de certificación, que ascienden a 12.000 euros.
Durante la reunión, Ana Isabel Fernández ha puesto de manifiesto el apoyo que desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se brinda a las Rutas del Vino certificadas en la región, La Mancha, Valdepeñas y La Manchuela, que se verá reforzada en 2021 con la inclusión en los presupuestos de una ayuda de 12.000 euros a cada ruta para sus acciones de promoción; y a aquellas que están en proceso de constitución o certificación, que también cuentan con una ayuda directa de 12.000 euros para los gastos de arranque de la cuota en Acevin.
Con estas actuaciones se manifiesta el compromiso inequívoco del Gobierno de la región para posicionar a Castilla-La Mancha como un destino enoturístico de referencia, en consonancia con la gran importancia vitivinícola de Castilla-La Mancha en el escenario nacional e internacional.
El producto Rutas del Vino de España, definido por la asociación ACEVIN, consiste en la integración bajo un mismo concepto temático de los recursos y servicios turísticos de interés, existentes y potenciales, de una zona vitivinícola, con el fin de construir un producto desde la identidad propia del destino, de facilitar la comercialización conjunta de toda la zona y de garantizar el nivel de satisfacción de la demanda.
Es decir, una Ruta del Vino es un producto turístico, que se desarrolla en el ámbito geográfico de una DOP del Vino, y que se conforma como una red de colaboración público-privada que integra diferentes entidades y empresas tales como Ayuntamientos, bodegas, alojamientos, restaurantes, comercio, etcétera.