El presidente de la Diputación de Ciudad Real, José Manuel Caballero Serrano, ha dado a conocer esta mañana, a pregunta de los periodistas durante una comparecencia ante la prensa, que la semana pasada mantuvo por videoconferencia una serie de reuniones con el sector del vino y el resto de agentes que están implicados en la celebración de la Feria Nacional del Vino, con el objetivo de tomar una decisión ponderada acerca de su celebración o no, teniendo en cuenta las circunstancias actuales de pandemia y las previsiones que se barajan en cuanto a la evolución del virus en los próximos meses.
Para Caballero, una tesitura como la actual obliga a la adopción de una decisión que tiene que ser compartida con el Gobierno de Castilla-La mancha, bodegueros, FECIR, Consejos Reguladores, la Cámara de Comercio, etc, ya que es muy importante escuchar a todos los sectores y agentes implicados. Sobre todo porque no tiene que suponer un paso atrás en la organización y realización de una de las mejores ferias del vino del mundo, «sino un impulso de cara al futuro».
Ha avanzado que no se está hablando de la suspensión de la feria, sino de un aplazamiento, porque no parece razonable que si estamos en Estado de Alarma, anunciado hasta el 9 de mayo, se pueda realizar, máxime cuando a Ciudad Real acuden compradores procedentes de más de 100 países del mundo. Sin su presencia, según ha apostillado, no tiene sentido organizar FENAVIN, no es aconsejable realizar el esfuerzo de poner en marcha una edición en la que no se va a poder garantizar la presencia física de compradores e importadores.
Caballero ha comentado, no obstante, que siguen tratando el asunto y que la semana que viene anunciarán la decisión que se ha tomado acerca del nuevo calendario de la Feria Nacional del Vino.