El director general de la Policía, Francisco Pardo Piqueras, dictó este 12 de marzo una resolución en la que plantea medidas organizativas «como consecuencia de la situación de riesgo sanitario provocado por la evolución del Covid-19».
Fuentes de la Guardia Civil señalan que también han adoptado estas medidas a través de un escrito interno difundido ayer en el que se pide «una mayor flexibilidad con carácter general en el ámbito de la conciliación y de la gestión». Para ello, el instituto armado propone aumentar la jornada diaria de 8 horas a 10 o 12 horas, aunque la medida la tiene que implementar cada comandancia, dependiendo de la diferente afectación del coronavirus en cada comunidad autónoma.
«Se hace precisa la adopción de criterios que conjuguen el derecho a la salud, la conciliación de la vida personal y familiar con la prestación de un servicio público esencial para la ciudadanía», recoge el documento con diez puntos de la Policía. Un portavoz del Ministerio del Interior ha subrayado que se trata de «normas mínimas de funcionamiento» pero que, en cualquier caso, «el servicio está garantizado en lo que respecta a las Fuerzas de Seguridad del Estado».
POLICÍAS CON HIJOS
De acuerdo a esta resolución de la Policía, el personal afectado por el coronavirus percibirá el 100% de sus retribuciones durante su baja. La jornada laboral se replantea «en aquellos servicios que lo permitan» para aplicar «criterios de flexibilidad». De esta forma, se permite que haya cambios en los horarios o alterar la cadencia de turnicidad, así como «reducir o ampliar la duración de la jornada diaria atendiendo a los criterios de compensación que correspondan, respetando la cadencia de los descansos».
En el caso de funcionarios de la Policía que tengan menores a su cargo, se autoriza que, debido al cierre de colegios y a la necesidad de permanecer en casa, el personal permanezca en su domicilio «durante el tiempo mínimo indispensable». Si los dos padres del menor son policías o empleados de la Administración pública, se advierte que «no podrán disfrutar de tal medida simultáneamente».
En las restricciones del servicio se hace mención a la necesidad de evitar las tareas que no sean imprescindibles. Se suspenden de forma general las reuniones de trabajo y se pide fomentar el uso de videoconferencias, así como paralizar viajes, traslados o comisiones de servicios que «no sean estrictamente necesarios». También se han cerrado todos los centros y academias para evitar la formación presencial.
Desde la Policía se hace un llamamiento para fomentar la «atención telefónica y telemática», además de ampliar «cupos para el disfrute de permisos» y facilitar la conciliación laboral dentro de unas medidas temporales -no hay fecha concreta para su finalización– que, se advierte, «variará en función de la evolución de la situación y las indicaciones de las autoridades sanitarias».