La vicepresidenta de la Diputación de Ciudad Real, Jacinta Monroy, se ha reunido este jueves con los sindicatos que cuentan con representación en la Institución provincial para presentarles un proyecto piloto para, una vez pase el estado de alarma, ver la posibilidad de instaurar el teletrabajo para todos aquellos trabajadores cuyo puesto lo permita y de acogerse al mismo hasta el próximo 31 de diciembre, fecha en la que se analizaría el desarrollo conseguido. De ser favorable para la Institución y los trabajadores, se establecería de manera permanente.
El presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, plantea con esta iniciativa una apuesta por el trabajo en remoto, con el ánimo de convertir en definitivo este sistema y con el objetivo de que sirva de referencia a los ayuntamientos de la provincia, ha informado la Institución en un comunicado.
En este sentido, la propuesta va dirigida a aquellos trabajadores de la Institución Provincial, que realicen principalmente funciones de tramitación administrativa, redacción de informes o propuestas de resolución, elaboración, estudios y análisis de proyectos o documentos análogos, y aquellos relacionados con la gestión de las tecnologías de la información y las comunicaciones.
El porcentaje de la jornada prestada de forma no presencial podrá llegar al ochenta por ciento (80%) de la jornada de trabajo en cómputo mensual. El horario de trabajo durante los días de prestación laboral fuera del centro de trabajo estableciendo como obligatorio la prestación de servicios entre las 9.30 y las 13.30 horas y el resto hasta las 7 horas diarias en horario de mañana o tarde.
Caballero ha impulsado el proyecto piloto no sólo porque durante la emergencia sanitaria ha quedado demostrado que la Diputación de Ciudad Real ha funcionado en la media que le ha permitido el Estado de Alerta decretado por el Gobierno con eficacia y eficiencia, sino también porque el teletrabajo permite conciliar y armonizar la vida privada y la laboral y, contribuye a la sostenibilidad, además que incrementa la calidad de los servicios prestados.
Permite, igualmente, aumentar la productividad de los empleados, reducir las instalaciones de la organización, y sus importantes costes de funcionamiento, así como la deslocalización del trabajo, Y, con especial relevancia, en provincias como la de Ciudad Real el teletrabajo debe ser valorado como una importante herramienta para evitar la despoblación de nuestros municipios, para reducir los problemas de tráfico y de aparcamiento en las ciudades, y sus costes medioambientales, y para eliminar desplazamientos innecesarios a las personas que residan fuera del municipio en el que se ubica su puesto de trabajo.
Por otro lado, permite dedicar a teletrabajo los tiempos de desplazamiento, mantener una comunicación ágil con superiores y colaboradores, centrarse en objetivos, lograr una mayor concentración y conseguir más satisfacción en el desempeño de las funciones laborales.
«Si todos esos antecedentes podrían justificar por sí mismos una iniciativa de fomento del teletrabajo en la Diputación Provincial de Ciudad Real, la grave situación sanitaria causada por el COVID-19 constituye el definitivo estímulo para ello, al menos desde dos puntos de vista, atendiendo a la propuesta que ha dado a conocer a los sindicatos y al grupo de la oposición», indican desde la Institución.