La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha reclamado al Gobierno regional el desarrollo del teletrabajo con la adopción de medidas organizativas y preventivas con el objetivo de minimizar los riesgos de contagio de COVID-19 entre el personal de la Junta de Comunidades.
Dada la actual situación de segunda ola de pandemia y la declaración del estado de alarma, CSIF considera que es preciso incidir en el teletrabajo teniendo además en cuenta las nuevas evidencias de transmisión de SARS-CoV-2 a través de los aerosoles producidos al respirar, sobre todo en espacios cerrados, según ha informado la central sindical en nota de prensa.
El presidente del Sector de Administración General de la Comunidad Autónoma (AGCA) de CSIF Castilla-La Mancha, Joaquín Sánchez, ha subrayado que «deben ampliarse las concesiones de trabajo no presencial a los trabajadores de la Junta cuyas funciones lo permitan y voluntariamente así lo soliciten», con especial atención a «aquellos empleados públicos encuadrados en el colectivo de vulnerabilidad».
Es más, CSIF señala que la Dirección General de Función Pública aún no se ha planteado cómo abordar la nueva regulación implantada por el Ministerio de Política Territorial desde el pasado mes de septiembre y se ampara en el Decreto 57/2013, el cual es «obsoleto y muy restrictivo» al mantener muchas limitaciones para los empleados públicos de Castilla-La Mancha. Sánchez mantiene que «realmente la Junta regula el teletrabajo a muy pocos trabajadores con una arbitrariedad muy poco aconsejable». «Tienen que cambiar su postura de forma radical y más en las actuales circunstancias», ha añadido.
El presidente del Sector de AGCA añade que «se deben proporcionar a los trabajadores las conexiones VPN necesarias y los medios naturales para que puedan desarrollar su trabajo desde casa», además de que «hay que establecer los turnos de trabajo necesarios para que la presencia física en los centros sea del 50 por ciento y reducir así la ocupación simultánea de las salas y servicios de los mismos, instrumento realmente eficaz para evitar contagios entre compañeros y los correspondientes confinamientos domiciliarios que generan».
Aunque se cumplan las medidas de distancia de seguridad y haya mamparas separadoras donde no se alcanza los 1,5 metros, las cifras de contagio actuales indican que no es suficiente, más aún en las fechas venideras con los problemas de ventilación que surgirán por la bajada de temperaturas.
«Hasta las organizaciones más pequeñas se han adaptado a las circunstancias y tienen sus empleados trabajando desde casa. Es una realidad que el trabajo no presencial nos tiene que acompañar al menos hasta que el coronavirus emprenda su retirada porque este virus no entiende de desarrollo de decretos de teletrabajo, es el momento de que la Administración regional se modernice de una vez por todas», ha concluido Sánchez.