El jefe del Ejecutivo de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha sido reelegido por unanimidad presidente de la Asamblea de Regiones Europeas Vitivinícolas en el transcurso de la XXVIII Sesión Plenaria, que se ha celebrado de forma telemática por primera vez en sus tres décadas de historia, a consecuencia de la pandemia.
García-Page ha abogado por reactivar este 2021 las mismas medidas que el pasado mes de marzo permitieron amortiguar la crisis derivada de la pandemia en el sector, apostando por la destilación de crisis, el almacenamiento o mayor flexibilidad en la gestión de las medidas del programa del vino.
Igualmente ha apuntado que en la segunda ola del COVID, el sector «ha sido golpeado casi como en la primera ola» y el impacto de la pandemia, unido a los aranceles de Estados Unidos, «está sumiendo en la crisis al sector».
Para mitigar estos efectos, ha dicho, «es preciso poner en marcha un plan de recuperación». Así, ha señalado que las medidas extraordinarias puestas en marcha en marzo permitieron amortiguar, en parte, la temporada de verano, pero es necesario que se reactiven para 2021.
En un «escenario cambiante», ha puesto de manifiesto «dos de los elementos determinantes en el desarrollo del sector vitivinícola», como son la PAC o los aranceles de las políticas de Donald Trump. «Estaremos atentos a los cambios», ha indicado.
Igualmente, ha dado cuenta de la actividad de la AREV en los últimos meses y ha resaltado la solicitud enviada el pasado mes de junio a la presidenta de la Comisión Europea para crear «un presupuesto extraordinario para el sector vitivinícola», así como para trasladar la necesidad de crear un grupo «de alto nivel» para promover la recuperación del sector.