El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado esperanzado en que la nueva normalidad tras la crisis sanitaria de los últimos meses no sirva para que en el escenario político regrese la «vieja conflictividad, el barullo y el ruido», confiando en que «nadie se arroje denuncias criminales» por la gestión del coronavirus en cada uno de los territorios.
En su intervención durante una rueda de prensa en Cuenca, ha insistido en que «ningún consejero, ni del PP, ni del PSOE, ni de Cs, ni tampoco independentista» ha gestionado su competencia con la intención de que la gente falleciera.
«No veo ningún tipo de intención criminal. Puede que haya habido errores, problemas y dificultades evidentes que no hace falta explicar, pero hay que intentar que la unidad que ha demostrado la sociedad española sirva para terminar de digerir la crisis», ha apuntado.
Para ello, es necesario «mantener la cordura», algo por lo que va a trabajar. «Todo el mundo lo ha pasado mal, algunos peor, pero la vida está por delante de la política y de los partidos políticos».
