El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha agradecido el ofrecimiento del Gobierno nacional a declarar un estado de alarma individualizado en cada comunidad autónoma, pero ha advertido de que la eficacia de esa medida está ligada a la movilidad entre regiones, como se puso de manifiesto durante los primeros meses de la epidemia.
En el transcurso del acto de la firma del protocolo para el desarrollo de nuevo suelo industrial en Puertollano (Ciudad Real), el jefe del Ejecutivo autonómico ha remarcado este miércoles que la «eficacia» del estado de alarma se basó en el confinamiento y en la limitación de la movilidad entre los territorios.
En este sentido, y en referencia a un eventual escenario, García-Page ha aseverado que «de nada serviría que Castilla-La Mancha tuviera las puertas abiertas de par en par con comunidades vecinas, como Madrid o Andalucía». «La clave del estado de alarma reside en la movilidad, y si se adoptan medidas sin tener en cuenta este aspecto tendrían poca utilidad» ha insistido.
El presidente ha subrayado que el virus no desapareció tras la finalización del estado de alarma y que, consecuentemente, las administraciones y la ciudadanía deben convivir con la epidemia. En este contexto ha destacado que Castilla-La Mancha está «mucho mejor preparada» en estos momentos, hasta el punto de que diez de cada once casos de contagio se detectan «de oficio» mediante los protocolos de control y el sistema de rastreadores.
«LAS MEDIDAS HIGIÉNICAS EN LOS CENTROS ESCOLARES VAN A SER EXTREMAS»
Respecto al inicio del curso escolar, García-Page ha mandado un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa. «Las medidas higiénicas en los centros escolares van a ser extremas», ha enfatizado. Sobre esta cuestión ha insistido en que se debe «convivir» con la epidemia, siempre con los mecanismos de protección. «Si España fuera el único país de Europa que cerrara las aulas significaría que estaríamos a un paso del confinamiento», ha afirmado, al tiempo que ha recordado la «tesis» del Gobierno regional desde el inicio de la crisis: «confinamiento integral o intentar que la vida siga normal».
En todo caso García-Page ha expresado su convencimiento de que el conjunto del sistema educativo está preparado para afrontar el nuevo curso. «Debemos hacer el esfuerzo de cooperar desde la confianza», ha dicho, aunque ha matizado que se debe evitar que exista un «zoco competitivo» de medidas entre las comunidades autónomas. «Las medidas deben ser coordinadas y globales, porque lo contrario llevaría a la confusión», ha concluido.