La Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía ha lamentado que la Comisión de Explotación del Trasvase «retoma la senda del agotamiento de recursos a pesar de que en el Levante se almacenan 212,8 hm3 de agua en el post trasvase».
Así han reaccionado desde esta asociación en nota de prensa, después de que la Comisión Central de Explotación del Acueducto Tajo-Segura haya acordado trasvasar 13 hectómetros cúbicos desde los Embalses de Entrepeñas y Buendía durante el mes de octubre, aunque esta transferencia de agua no se efectuará hasta que terminen las obras en La Bujeda.
«Las obras de La Bujeda van para largo, por lo que el agua no podrá salir realmente de Entrepeñas y Buendía, aunque quede apalabrada; lo que podría provocar un megatrasvase demoledor al terminar las actuaciones. La Mancomunidad de Aguas del Taibilla tiene agua garantizada para siete meses, por lo que no se necesita realmente para beber. Los informes proyectan situación hidrológica excepcional para la cabecera del Tajo hasta, por lo menos, abril».
Desde la asociación señalan que «velar por la salud de la cuenca cedente no está entre las prioridades de la Comisión, ni siquiera entre las prioridades de la Confederación Hidrográfica del Tajo» pues «la cuenca del Segura tiene acumulado en el post trasvase 212,8hm3, de los cuales 108,8 pertenecen a pozos y desaladoras, mientras que 104 hm3 son directamente agua del Tajo; un volumen que por ley debería almacenarse en la cuenca cedente, no en la receptora».
Se trata, a su juicio, de un «volumen suficiente como para aguantar, por lo menos, hasta abril y procurar que Entrepeñas y Buendía no sufran de una situación hidrológica excepcional a costa de pagar la fiesta de la agroindustria levantina».
«Tienen agua de sobra como para dejar que la cuenca cedente se recupere en parte durante el invierno», denuncia el vicepresidente, Borja Castro. «Ya no hablamos de satisfacer nuestras necesidades, que están garantizadas por ley y no se respetan, nos las imponen; hablamos de trabajar para evitar la excepcionalidad hidrológica, que es lo mínimo que debería garantizar la Comisión».
La presidenta, María de los Ángeles Sierra, por su parte, reclama la puesta en marcha urgente de unas «nuevas reglas de explotación, para que la Comisión no decrete miseria para nuestros pueblos, mes tras mes, amparada en unas reglas rígidas, basadas en planteamientos irreales e imposibles datos en mano».
Mientras, las obras de La Bujeda parece que se prolongarán más tiempo del planteado inicialmente, por lo que podría darse el caso «si siguen aprobándose trasvases máximos mes tras mes que 2021 fuese recibido con un megatrasvase de más de 100 hm3, legal pero absolutamente delirante viendo la situación de los embalses».