La diputada del Grupo Parlamentario Ciudadanos en las Cortes de Castilla-La Mancha, Úrsula López, ha comenzado su intervención indicando las enmiendas propuestas y finalmente incluidas en la Ley del Tercer Sector Social. Estas propuestas prevén, ha dicho, “una financiación suficiente para las entidades el Tercer Sector Social” y que, además, dicha financiación “sea plurianual, con lo que garantizamos su sostenibilidad”.
Por ello, ha pedido “dotar de previsibilidad” a la financiación pública del Tercer Sector de Acción Social, “facilitando de este modo la planificación de las entidades que pertenecen al mismo”. Asimismo, López ha indicado que lo que se propone con la financiación es, planificar sus actividades con mayor seguridad, “al no hacerles depender de la convocatoria de subvenciones de cada año, dándoles seguridad sobre la financiación que van a recibir para sus actuaciones”.
La diputada de Cs ha propuesto “crear un estímulo” para que más personas deseen colaborar como voluntarias con entidades del Tercer Sector Social al facilitarles por dicha labor “la obtención de certificados de profesionalidad”. Así, ha indicado “aseguramos la eficacia y eficiencia de los resultados de los programas del Tercer Sector Social mediante la evaluación de sus resultados”.
No obstante, también, López ha hecho referencia a los últimos datos conocidos de la Encuesta de Población Activa (EPA) el pasado martes, la diputada del Grupo Parlamentario Ciudadanos, ha lamentado que “el paro en Castilla-La Mancha tiene nombre de mujer”, siendo éste casi el doble que el masculino, “la tasa de paro femenina se sitúa en el 22% frente al 12% del paro masculino”, por lo que se hace más necesario y útil que las entidades del Tercer Sector Social “fomenten actividades especiales relativas a atajar la brecha de género que existe en Castilla-La Mancha con el empleo”.
López ha indicado que hasta ahora los ejecutivos regionales habían mantenido cierto agravio en las relaciones laborales de las entidades, organismos y asociaciones que participaban en el Tercer Sector. Por ello, ha reflejado “se hacía necesario un marco regulatorio estable, para una Ley necesaria”, introduciendo estabilidad, y unas normas de juego claras porque hay muchos afectados atendidos por organizaciones que trabajan para el Tercer Sector, que no son cubiertas por la Administración pública.