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lunes, 25 noviembre
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Caballero asegura que «Todas las Fosas de Postguerra en Ciudad Real» se hace justicia con quienes les fueron cercenados sus derechos

"Nos mueve una apuesta por la cultura de la paz y el respeto a las ideas como garantía de que el horror no vuelva a producirse", ha dicho

El salón de Plenos de la Diputación de Ciudad Real ha acogido esta mañana la celebración de un acto importante, quizás uno de los más relevantes que han tenido lugar en el Palacio Provincial después del que se celebró en enero de 2018, cuando el presidente de la Corporación provincial, José Manuel Caballero Serrano, promovió la primera conmemoración institucional en memoria y recuerdo de los vecinos y vecinas de la provincia represaliados por el régimen franquista.

Caballero ha comparecido esta mañana «emocionado y agradecido» en la presentación del libro «Todas las Fosas de Postguerra en Ciudad Real», un acto que ha colocado «en el nivel más alto de los eventos y acontecimientos que se pueden celebrar» en la sala destinada a la realización de las sesiones plenarias.

Tras destacar la implicación en el proyecto «Mapas de Memoria» del rector de la UNED, Ricardo Mairal, del profesor y prestigioso forense, Francisco Echevarría, de los investigadores y de los familiares, Caballero ha remarcado que tambien lo más sencillo, que es la aportación de financiación, requiere que las instituciones se comprometan y se impliquen en la recuperación de la memoria histórica. Ha precisado, no obstante, que lo fundamental para conseguir los objetivos es la investigación que han llevado a cabo los expertos y los voluntarios, «quienes han ofrecido lo mejor de sí mismos para conseguir una sociedad mejor».

Para Caballero, con este libro no sólo se logra identificar el enterramiento de las personas asesinadas, sino que se hace justicia recordando a quienes les fueron cercenados sus derechos. Y nos impulsa, además, a reflexionar sobre los perniciosos efectos de la violencia alentando a la reconciliación sin caer en el olvido.

Ha afirmado que a los promotores de este proyecto no les mueve el odio ni la venganza, sino una apuesta por la cultura de la paz y el respeto a las ideas como garantía de que el horror no vuelva a producirse.

Tras comentar que en la medida en que mejoramos el conocimiento de nuestra historia somos una sociedad mejor, ha precisado que hoy se ha dado un paso más en el intento de saldar la enorme deuda que como sociedad tenemos con quienes pagaron con su vida la defensa de sus ideales de justicia y libertad.

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Entiende Caballero que localizar y poner en el mapa lo que ha estado durante años en el olvido tiene un inmenso valor con independencia de la ideología, es un compromiso de todos los demócratas que tiene un enorme valor para las familias, tantas veces excluídas. Es la respueta a prolongados silencios, a los anhelos desgarrados por la constante espera. «Entonces hubo que callar, pero han pasado décadas y las instituciones deberían haber apostado por esta labor», ha añadido.

Entre otras cosas, el presidente de la Diputación ha dicho que mientras se dota de fondos para la exhumación de las víctimas, como consecuncia de los nuevos trámites iniciados para una nueva Ley de Memoria Democrática, la Diputación seguirá apoyando esta causa. Y participará próximamente en la dignificación de una fosa en Piedrabuena. Caballero ha recordado que el Gobierno de España está trabajando para permitir que nos encontremos con la verdad, con la justicia, la dignificación de las víctimas, el perdón y la convivencia de los españoles. Ha mostrado su satisfacción porque se abre una puerta a la esperanza con la exhumación de los restos, su entierro y el duelo público. Y ha remarcado que «nadie muere si no se le olvida».

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El rector de la Universidad de Educación a Distancia (UNED) Ricardo Mairal, ha abierto el acto recordando a los familiares y repasando la colaboración que han mantenido con la Diputación de Ciudad Real en materia de investigación sobre la memoria histórica en la provincia gracias al proyecto conjunto “Mapas de Memoria. Se ha congratulado porque tras mucho trabajo y esfuerzo, hoy se ha presentado un libro que permite que muchos olvidados durante años puedan ser recordados a partir de ahora.

Ha dicho que esta obra sirve, sobre todo, para “cartografiar un daño”, para destacar los valores democráticos, para hacer de nuestro país un lugar más habitable y, sobre todo, más libre. El rector de la UNED ha resaltado que en el día de hoy la Universidad a Distancia, “con este trabajo de testimonios de valor incalculable”, se hace más presente en la sociedad, porque “Todas las fosas de Postguerra de Ciudad Real” supone un legado histórico y también la restitución de los anhelos de familias mantenidos en silencio durante años. Y ha remarcado que para la UNED “ha sido estupendo” colaborar en este importante y magnífico proyecto gracias al convenio que suscribieron con la Diputación de Ciudad Real.

El médico forense Francisco Echeverría, en nombre de la Secretaria de Estado de Memoria Democrática, ha destacado que trabajos como este evidencian que las universidades y las instituciones tienen conciencia clara del deber de memoria, recordando que eso es lo que pretende la Ley de Memoria Democrática, basada en la defensa de los derechos humanos.

Echeverría ha puesto de manifiesto lo valioso de los testimonios orales recogidos en este libro, los pocos que aún se han podido recoger, y ha recordado a los familiares y las circusntancias en las que fueron capaces de salir adelante tras los asesinatos. Para todos ellos, y en especial para las mujeres republicanas, ha querido tener un recuerdo porque, ha dicho, «han tenido la coherencia de mantener la dignidad que trataron de arrebataros». «Nosotros no devolvemos la dignidad a nadie. Nunca perdisteis la dignidad, trataron de quitárosla pero no lo consiguieron», ha añadido.

En el acto de presentación ha intervenido asimismo Germinal Espartero, hijo de una de las víctimas del franquismo en la provincia, quien ha relatado cómo desde que tenía 12 años iba con su familia al cementerio de Ciudad Real cada 1 noviembre «a hacer montones de tierra donde creíamos que estaban nuestros muertos». «Cuando pasaba la gente por los montones nos decían de todo menos bonito, pero no hacíamos caso, solo a que nuestros muertos tuvieran la dignidad que se merecían», ha asegurado.

Finalmente, el autor y editor de esta obra, Jorge Moreno Andrés, ha destacado el trabajo del gran equipo de antrópologos, historiadores, maestros, investigadores y estudiantes que ha participado en las investigaciones que han dado lugar al libro y ha destacado que se ha hecho un trabajo riguroso y además atractivo «para adentrarnos en uno de los capítulos más duros de la historia de nuestro país, porque lo estético también es una cuestión ética».

Moreno Andrés, quien ha agradecido el apoyo de la Diputación provincial, sin el que no se hubiera podido realizar este proyecto, ha puesto de manifiesto la importancia de nombrar, de poner nombres, pues este libro «ha funcionado como una especie de registro que nunca existió». Todas las fosas de posguerra en Ciudad Real quiere mostrar todo lo que ocurrió con los muertos a partir del momento de su muerte. Para localizar la ubicación en la que cada una de las personas están sepultadas, analizar las circunstancias que rodearon sus asesinatos y el recorrido de sus cuerpos desde entonces hasta hoy ha sido necesaria una gran investigación en la que han surgido innumerables obstáculos y problemas, como la falta de material documental, el borrado de huellas o la ausencia de testimonios.

Según ha explicado el autor, con este libro se ha hecho un viaje en el tiempo, a contra dirección y por caminos sin asfaltar. «Un recorrido con la intención de eliminar el pasto que dejó crecer el franquismo, un viaje hacia las profundidades del limbo». El limbo, ha continuado Moreno Andrés, «como umbral de lo incierto de la investigación, del estado en que se encuentran los desaparecidos, apartados, vagando entre dos mundos y el limbo como un lugar concreto, una una zona construida a los márgenes de los cementerios donde crece la maleza, donde se amontonan desechos y donde es imposible a veces acceder».

Todas las fosas es un intento de cartografiar el daño a las 3457 personas asesinadas y esparcidas por 53 fosas situadas en toda la provincia de Ciudad Real. «Hemos viajado al pasado de las fosas con la certeza de que allí se encuentra el camino de regreso: el de aquellas personas cuyos cuerpos necesitan volver a casa y el de una sociedad que debe pensarse sin el abandono de sus muertos y hemos hecho todos los esfuerzos para recordar lo que allí mismo había ocurrido, de dejar constancia de que sus seres queridos habían sido asesinados y sus causas, que son la defensa de la libertad y de la democracia», ha añadido.

Moreno Andrés ha deseado, para terminar, que estos ecos surgidos de las interioridades de la fosa, del interior de la muerte, «sean escuchados, como rumor de lluvia que enraice de la vida, porque como decía José Bergamín, hay que escucharlos como quien oye llover».

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