El consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo, ha manifestado que «hay que compensar» a los agricultores, ganaderos y empresarios agroalimentarios «por aquello que hacen adicional a lo que la normativa establece» en materias como el medio ambiente, el bienestar animal o la seguridad alimentaria, considerando que es «un buen ejemplo de por donde pueden ir los tiros» en la nueva Política Agraria Común (PAC).
Martínez Arroyo, en declaraciones a los medios antes de clausurar la Asamblea General Ordinaria de la Asociación de Avicultores de Castilla-La Mancha (Avicam), ha asegurado en este sentido que «pocos sectores son tan representativos de estos tres esfuerzos como el del huevo de Castilla-La Mancha».
El consejero ha alabado el protocolo de bioseguridad presentado por Avicam en esta asamblea, «que va a permitir a las explotaciones que vayan más allá de la normativa en seguridad alimentaria tener un certificado especial que dé mayores garantías todavía de lo que establece la normativa en vigor».
«Este es un paso que tiene todo mi reconocimiento porque es muy difícil encontrar un sector en el que se haga un compromiso adicional a lo que marca la normativa, ellos lo han hecho y van a poder dirigirse a los consumidores con la mejor tarjeta de presentación: ir incluso más allá en seguridad alimentaria de lo que establece la norma», ha señalado.
El titular regional de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha mostrado su «satisfacción» por acudir a esta asamblea de Avicam, afirmando que esta asociación «es la más importante de España» en el sector del huevo, ya que la región «representa la tercera parte de la producción de huevos en nuestro país».
Además, ha destacado que este en un sector que «hace enormes esfuerzos por adaptarse a los deseos de los consumidores y que ha conseguido que una tercera parte de las explotaciones de Castilla-La Mancha sean de avicultura ecológica».
UN SECTOR «ESPECIALMENTE DINÁMICO»
De su lado, el recién elegido presidente de Avicam, Juan Gigante, ha remarcado la importancia del sector en Castilla-La Mancha, que es «especialmente dinámico» y que tiene «una presencia importante» en las exportaciones con negocios en «los países más exigentes del mundo», entre los que ha citado a Israel.
Gigante se ha marcado el mencionado protocolo de seguridad como «un reto» durante su mandato, con el objetivo de «mejorar las condiciones de trabajo en las explotaciones ganaderas, aportando mayores medidas de bioseguridad en las explotaciones y con nuevas exigencias de seguridad alimentaria en nuestro producto».
A este respecto, ha especificado que habrá una empresa encargada de auditar a las explotaciones castellanomanchegas y que hará «una categorización de todas las explotaciones» de la región. «Se trata de promover unas buenas prácticas e ir mejorando los aspectos de la producción en todas las explotaciones», ha recalcado.
