Como cada año, este 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer, una conmemoración de la lucha por la igualdad entre hombres y mujeres. Por ello, desde somosCLM.com, hemos querido entrevistar a una figura clave en nuestra región en cuenta a políticas de igualdad: Blanca Fernández.
Diplomada en Trabajo Social, cuenta con una gran trayectoria política que la ha llevado a ser, a día de hoy, no solo la portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, sino consejera de Igualdad, una Consejería de reciente creación, ya que hasta ahora las acciones igualitarias las llevaba a cabo el Instituto de la Mujer.
SomosCLM: A nivel genérico, ¿qué políticas de igualdad se están llevando a cabo en la actualidad en Castilla-La Mancha y qué avances ha supuesto la creación de esta Consejería en las políticas de la región?
Blanca Fernández: Ahora mismo estamos en plena estrategia para transversalizar todas las Políticas de Igualdad en todas las áreas del Gobierno, de manera que tenemos prácticamente en todas la consejerías alguna línea relacionada al impulso que queremos darle a la igualdad. Desde aplicar la perspectiva de género a las políticas de empleo, de economía o de impulso del sector del emprendimiento, hasta educar en igualdad a los niños en las escuela [como por ejemplo con el proyecto de la Estantería Violeta].
De alguna manera, usar todas las estrategias del Gobierno para impulsar la igualdad: desde Fomento con las ayudas al alquiler para víctimas de violencia de género, pasando por la Consejería de Agricultura con el Estatuto de las Mujeres Rurales. Todas las consejerías tienen alguna iniciativa; en Sanidad, por ejemplo, están trabajando con la Mutilación Genital Femenina. Tenemos, por un lado, toda la acción del Gobierno para prevenir las violencias machistas y, por otro lado, impulsar la igualdad de oportunidades, de género, que podrá acabar con esa violencia machista.
SCLM: En Castilla-La Mancha, ¿se percibe más o menos desigualdad entre hombres y mujeres que en otras CCAA?
BF: Realmente no hay estudios objetivos para analizar eso, pero sí que creo que el componente de ruralidad tan importante en Castilla-La Mancha hay que tenerlo en cuenta en la aplicación de nuestras políticas. Por eso el Instituto de la Mujer apuesta desde hace unos 20 años por los Centros de la Mujer: para que en las zonas rurales las mujeres puedan acceder a un profesional laboral, psicólogos, asesores, personas que puedan ayudarlas, desde un problema que puedan tener de violencia de género, como montar una empresa o tener un asesoramiento en un momento determinado. La ruralidad hay que tenerla en cuenta porque en un pueblo hay menos oportunidades, y en la medida en que el sector del campo sigue muy masculinizado, las mujeres tienen aún menos oportunidades que los hombres.
SCLM: Precisamente hablando sobre Mujer Rural, ¿qué políticas se están llevando a cabo en la región?
BF: La implantación de los Centros de la Mujer desde hace mucho tiempo en todo el territorio, de manera que tanto una mujer que viva en una capital como una mujer que viva en un pueblo, todas ellas tengan un centro de referencia. Pero no solo eso, ha sido muy importante que en el ámbito rural se haya primado la incorporación de las mujeres a la actividad agraria y a la industria agroalimentaria, impulsando la incorporación de jóvenes o la modernización de las explotaciones agrarias.
También está el Estatuto de las Mujeres Rurales, que incluye la obligatoriedad de incluir en un periodo de tiempo en las directivas a mujeres, o la apuesta por la titularidad compartida. Estas medidas en concreto inciden directamente en el ámbito rural.
SCLM: ¿Qué ocurre, por ejemplo, con las mujeres que forman parte del colectivo LGTBI?
BF: Nosotros lo que pedimos es que ellas también empiecen a visibilizarse dentro de la dirección de las entidades. Se suele visibilizar más a los hombres y, en ese sentido, creo que ellas también se tienen que empoderar. Lo digo más como apelación que como acción de gobierno.
Estas mujeres pueden sufrir violencia por su género, pero también por ser lesbianas (como delito de odio más que como violencia de género). Pueden acudir al Centro de la Mujer, porque obviamente están ahí también para ellas. Precisamente ahora estamos inmersos en la redacción de la Ley LGTBI, donde queremos darle importancia al papel de las mujeres visibilizadas.
SCLM: Esta semana salía un estudio hecho en Castilla-La Mancha que afirmaba que hoy en día el sexismo y las actitudes machistas son más incidentes en varones cada vez más jóvenes. A pesar de que se están realizando medidas para tratar esta situación, las víctimas de violencia de género siguen creciendo, ¿qué se puede hacer al respecto?
BF: No tenemos datos comparativos para saber realmente si la violencia de género está creciendo, simplemente está más visible porque las mujeres tienen más recursos para solicitar ayuda y hacer visible su situación. En el pasado, la violencia de género no se consideraba como tal; de hecho, hasta era normal. «Yo le pego a mi mujer lo justo» era una frase muy dicha, o recuerdo consejos de mi abuela diciendo «tú cuando tu marido te regañe, no hables, cállate y haz lo que quiera».
Eran consejos de las mujeres de antes, que entendían que la violencia de género no existía. Hoy se sabe lo que es y las mujeres pueden pedir ayuda, pueden denunciar, pueden recurrir al Centro de la Mujer, a la Policía, y la sociedad no es indiferente. Es verdad que a estas alturas nos gustaría que esta lucha estuviera más avanzada, y en este sentido creo que la incidencia de las Redes Sociales y el consumo de pornografía a edades muy tempranas por parte de los chicos es un factor de riesgo muy preocupante que tenemos que aprender a tajar, porque podemos tener consecuencias inmediatas.
SCLM: ¿Aún no existe ninguna medida específica para controlar ese consumo de pornografía a tan temprana edad?
BF: Estamos trabajando en los centros escolares con los Planes de Igualdad. En la primera convocatoria se acogieron el 40% de colegios, lo que es un notable éxito. Ahí se trabaja todo: la percepción de que las chicas y los chicos son iguales, que debe haber empatía y respeto, que las chicas han hecho grandes cosas a lo largo de la historia. Cuando a los chicos y a las chicas se les pone talleres dinámicos y divertidos y se les acaba rompiendo algunos estereotipos que desde muy pequeños acaban cogiendo se hace un gran favor para el día de mañana.
SCLM: Este sábado, 5 mujeres de la región serán reconocidas en el Acto Institucional del Día de la Mujer, ¿cómo ha sido esta selección? ¿Ha sido un proceso difícil?
BF: Creo que hay muchas ‘mujeres ejemplo’ a lo largo y ancho de Castilla-La Mancha, así que muchas veces lo difícil es tomar la decisión más que encontrarlas. Pero no ha sido difícil, porque creo que las propuestas que han venido dadas desde las provincias son muy complementarias unas de otras. Tenemos una mujer de 93 años que lleva toda la vida en la lucha por la igualdad y los derechos por las mujeres, y tenemos a una mujer muy joven de la etnia gitana y que como trabajadora social trabaja para eliminar barreras de las mujeres de su etnia. Pero al mismo tiempo tenemos una gran artista multidisciplinar.
Tenemos a mujeres que tocan un poco todos los palos y podemos decir que estamos satisfechas, porque todas ellas simbolizan todo lo que queremos simbolizar con el lema de este 8M de la Junta de Comunidades: las mujeres somos imparables y debemos serlo. No solamente las mujeres, sino la lucha por la igualdad debe ser imparable, a pesar del contexto y estos movimientos reaccionarios que ahora pretenden pararla y retrotraernos a tiempos pasados. Frente a eso, imparables.
SCLM: Entrando un poco más en materia personal, ¿has sufrido algún tipo de discriminación por ser mujer durante tu trayectoria política?
BF: Discriminación directamente por ser mujer no la tengo en mi memoria, alguna barrera ha habido. Indudablemente yo creo que nosotras mismas debemos romper algunas barreras. A mí, por ejemplo, me ha costado mucho poder dar mi opinión en una reunión. No te hablo de ahora, te hablo de mi bagaje personal, estar en una reunión donde mayoritariamente sean hombres y que me haya costado dar mi opinión.
Esa supuesta prudencia que tenemos que tener la mujeres y que nos meten hasta en el tuétano me ha costado romperla, porque pensaba que cualquier idea que pudiera decir era menos inteligente que la de esos hombres que me rodeaban. He tenido que deconstruirme y volver a construirme, y convencerme de que la idea que fuese a defender no era una tontería. Esto no era una discriminación que nadie ejerciera sobre mí, sino un prejuicio que yo tenía sobre mí misma, y que creo que nos pasa a muchas mujeres. Por tanto, un consejo: dad siempre vuestra opinión, porque no es ninguna tontería.
Eso por un lado, pero sí que creo que a las mujeres se nos mira con otros ojos. Se espera que demostremos constantemente que estamos ahí porque valemos y no porque somos ‘mujeres cuota’. Esto de las cuotas está muy bien porque es un impulso para romper determinadas estructuras que están muy masculinizadas y que por su propia dinámica es difícil que se rompan solas, pero también tienes que estar demostrando que no eres una ‘mujer cuota’.
En este momento de mi vida, yo noto bastante normalidad. No me cuestiono si soy mujer todo el rato o si quienes me rodean son hombres. Creo que ha habido un salto cualitativo, una evoloción, por eso me da miedo la influencia de las Redes Sociales en la educación de nuestros hijos e hijas, que vuelven a caer en los estereotipos, los mitos del amor romántico, la dulzura y sumisión de las mujeres, la fortaleza de los hombres, etc.
SCLM: Y como mujer, ¿cómo concilias la vida familiar y laboral?
BF: Mi marido y yo compartimos el concepto de igualdad. Él le dedica más tiempo a las labores de casa y a nuestros hijos, pero como tenemos esa conciencia de que los hijos son tanto míos como de él, pues conciliamos repartiéndonos las tareas.
Pero sí que te tengo que decir que tengo una angustia vital de no poder dedicarle más tiempo a mis hijos, te lo reconozco. La intento compensar con mucho tiempo de calidad. Soy de esas madres que han practicado el piel con piel durante mucho tiempo, la lactancia materna prolongada, para compensar con ese apego físico el tiempo que no he podido dedicarle a mis hijos. La política, aunque la gente solo vea una parte, es muy esclava, y en una comunidad tan ancha como la nuestra pues muchísimo más.