El Ministerio de Sanidad ha reconocido que la «indebida» protección que han tenido los profesionales sanitarios al comienzo de la pandemia del coronavirus ha sido una de las causas principales por las que muchos se han contagiado al atender a los pacientes. Actualmente 31.053 han dado ya positivo.
Así se señala en una actualización del documento científico-técnico sobre el Covid-19, como así se llama a la enfermedad que provoca el nuevo coronavirus, en el que se comenta que en la fase inicial del conocimiento de la enfermedad, aunque la transmisión comunitaria era inexistente o muy baja, el desconocimiento de la transmisión de la infección a partir de casos asintomáticos pudo generar casos entre sanitarios indebidamente protegidos.
Del mismo modo, esta transmisión por «escasa protección» pudo ocurrir posteriormente por el «grave problema mundial» de desabastecimiento de equipos de protección individual. Además, el departamento que dirige Salvador Illa avisa de que en un escenario de transmisión comunitaria sostenida, aún con «medios suficientes» para protegerse en el entorno laboral, los sanitarios también podrían haber contraído la infección en la comunidad o en el centro sanitario en zonas donde no utilizaban equipos de protección.
Y es que, en un estudio realizado en un hospital en Madrid, la proporción de infección de los sanitarios en contacto con pacientes de Covid-19 fue similar a la aquellos que no tenían contacto: 38% de los que se hicieron pruebas, 11,6 por ciento del total de los trabajadores del hospital, fueron positivos.
Se dividió a los trabajadores en función de su riesgo a la exposición directa a los enfermos: alto (los que trabajaban en urgencias, UCI o plantas con ingresos de Covid-19), medio (contacto con pacientes, pero en principio no infectados: pediatría, oncología, hematología) y bajo (trabajadores sin contacto con los pacientes: laboratorios, cocina, administración).
TRANSMISIÓN INTRAFAMILIAR ENTRE LOS SANITARIOS
Al comparar la proporción de infectados por áreas de riesgo, no se observaron diferencias, por lo que, a juicio de Sanidad, demuestra que también entre los trabajadores sanitarios, el peso de la transmisión intrafamiliar y comunitaria, además de la intrahospitalaria, pudiera ser importante.
Por último, el Ministerio advierte de que la detección de la infección en los sanitarios con un acceso prioritario a las pruebas diagnósticas es «difícil» de interpretar en un contexto en el que sólo se confirman las infecciones de las personas con un curso más grave de la enfermedad a nivel poblacional.
Ahora bien, los profesionales sanitarios son sometidos a pruebas diagnósticas ante la presencia de sintomatología de cualquier tipo o incluso en asintomáticos, según criterios de cada centro, para poder proceder al aislamiento temprano de este colectivo. En este punto, Sanidad comenta que tanto las cifras de hospitalización como de ingreso en UCI son muy inferiores en sanitarios, reflejándose en las tasas de mortalidad, que no alcanzan el 0,2 por ciento, frente a un 10,5 por ciento en los casos confirmados notificados en esta fase de la epidemia.