El otoño astronómico comenzará este martes a las 15.31 horas y lo hará con tiempo desapacible, lluvias en el norte y en el oeste, así como en el archipiélago balear y con temperaturas algo más frescas de lo normal excepto en el Mediterráneo y en Baleares, según la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).
El portavoz de la AEMET, Rubén del Campo, ha explicado a Europa Press que la inestabilidad se mantendrá el martes y el miércoles y que el jueves y el viernes, además descenderán de forma acusada las temperaturas, como consecuencia de la llegada de una masa de aire frío procedente del Atlántico norte, que llega impulsada por los vientos del noroeste, que serán intensos.
Hasta entonces, ha precisado que el lunes y el martes la situación atmosférica será de «pantano barométrico», cuando apenas hay diferencias de presión en los distintos puntos del país en superficie, mientras que las capas altas continúan las bajas presiones con algo de aire frío.
Por tanto, el lunes y el martes se producirán chubascos en Galicia, comunidades cantábricas y en el entorno de los Pirineos, pero también en el archipiélago balear y se extenderán asimismo a otras zonas del norte y este de Cataluña y también podrán caer, aunque de forma más débil, en puntos de la meseta norte y en torno al Sistema Ibérico, sobre todo en el sur de Aragón e interior de Castellón.
Este martes, las lluvias más intensas afectarán al sur de Galicia y al principio del día a Asturias, aunque también se esperan chubascos fuertes en el Pirineo central. En cuanto a las temperaturas, prevé que las diurnas bajarán ligeramente en el norte del área mediterránea aunque en el resto del país no variarán demasiado. Respecto a las nocturnas, ha apuntado que, bajarán de forma generalizada aunque en Levante y sur de Andalucía todavía hará calor y se superarán localmente los 32 grados centígrados.
El portavoz ha añadido que el miércoles comenzará a acercarse un frente por el noroeste tras el cual comenzará entrar el aire frío. En concreto, el miércoles las lluvias harán acto de presencia en Galicia, comunidades cantábricas, Pirineos, Castilla y León y Extremadura, y no descarta que se produzcan también algunas precipitaciones más débiles en el norte de Castilla-La Mancha, puntos de Andalucía Occidental y Baleares.
Las temperaturas nocturnas subirán a consecuencia de la nubosidad abundante y la llegada de vientos del suroeste previos a la entrada del frente. Las temperaturas diurnas a medida que el frente vaya atravesando la Península descenderán sobre todo por el oeste de la Península.
De cara a la segunda mitad de la Península, Del Campo prevé que el jueves continuarán los chubascos tormentosos en las comunidades cantábricas y en el área de los Pirineos serán localmente fuertes y persistentes. Con menor intensidad se extenderán a otras zonas de Cataluña y también a Baleares.
En general espera también chubascos débiles y dispersos en otras zonas de la Península, sobre todo en el norte y en la zona centro, especialmente en áreas de montaña.
Respecto al viernes, contempla que las lluvias y chubascos serán localmente intensas y persistentes y se concentrarán en las comunidades cantábricas extremo norte de Castilla y León, zonas de Navarra y La, Rioja y entorno de los Pirineos.
En el resto de la Península y en el norte de Baleares no se puede descartar algún chubasco, pero en general espera que las precipitaciones serán débiles y dispersas.
No obstante, Del Campo ha subrayado que «lo más destacado» del jueves y el viernes será el descenso de las temperaturas, que será notable en muchos casos, de hasta 10 grados menos en algunos puntos del interior oriental peninsular. «En general el ambiente será fresco», ha puntualizado.
Asimismo, ha añadido que los termómetros se quedarán sobre todo en la mitad norte, en valores inferiores a los habituales para la época del año entre cinco y diez grados. Por ejemplo, la máxima en Madrid podría estar el viernes entre 18 y 20ºC y en muchos puntos de la meseta entre 15 y 18ºC.
De hecho, ha destacado que el viernes podrá nevar en Pirineos y en la cordillera Cantábrica a partir de 1.400 o 1.600 metros, una «cota baja para ser septiembre» y que los vientos del noroeste soplarán con intensidad y que aumentarán el jueves y el viernes.
«Insistimos en la sensación desapacible el fin de semana. Aunque sobre todo el sábado, es probable que continúen las lluvias en el extremo norte peninsular», ha recalcado.
A continuación, ha añadido que a partir del sábado tenderán a influir más las altas presiones del anticiclón y, por lo tanto, el tiempo tenderá a estabilizarse y las temperaturas subirán.
Respecto a Canarias, ha comentado que la semana transcurrirá en general con tiempo cálido, especialmente en el sur de las islas orientales y en las medianías, donde podrán incluso superarse los 34ºC y con precipitaciones escasas; si bien, prevé que como mucho haya algunas lloviznas en el norte de las islas más montañosas.
DEPRESIÓN SUBTROPICAL ALPHA
Por otro lado, respecto a la tormenta subtropical Alpha, el portavoz de la AEMET ha recordado que esta es la segunda vez en una temporada de huracanes en la que se tiene que recurrir al alfabeto griego al haberse terminado los nombres convencionales. La primera ocasión fue 2005, pero entonces se recurrió al alfabeto griego a finales de octubre, el día 22, casi un mes después que en este 2020, cuando se ha iniciado el 18 de septiembre.
Otro récord que se bate es que es la primera vez en que un sistema de características tropicales llega más al este del Atlántico, aunque no es el primer sistema tropical que como tal alcanza a la Península Ibérica.
Del Campo ha recordado que en octubre de 2005 la depresión tropical Vince entró por el sur de la Península como depresión tropical, aunque rápidamente perdió sus características tropicales. Este es por tanto el que más al este del Atlántico se ha formado.
En ese sentido recuerda que además de Vince, el huracán Ophelia en 2017 fue un huracán de categoría III que quedó a menos de 1.000 kilómetros de las costas gallegas y, hasta ahora ha sido el huracán de esa categoría que más cerca ha estado de las costas españolas.
Posteriormente el huracán Leslie, de categoría I, llegó a rozar las costas de Portugal en octubre de 2019 y ha recordado también la tormenta tropical Delta, que en noviembre de 2005 dejó vientos muy intensos en Canarias.
En definitiva, Alpha fue un pequeño centro de bajas presiones dentro de la gran borrasca que afectaba a la Península y que provocó una gran convicción, que dio lugar a muchas tormentas y se liberó mucho calor latente. Eso hizo que el entorno fuera cálido, algo típico de los sistemas tropicales, al contrario de lo que ocurre en las borrascas normales en las latitudes de la Península ibérica.
El Centro Nacional de Huracanes también nombró la tormenta subtropical porque los vientos sostenidos llegaron a alcanzar los 90 kilómetros por hora, aunque fue efímera, puesto que apenas duró unas 12 horas y cuando penetró en la Península perdió sus características tropicales.
La subtormenta tropical dejó vientos fuertes y mala mar en Portugal y España y algunas rachas de viento cercanas a 100 kilómetros por hora, sobre todo en las zonas altas de Pirineos y del sistema Ibérico.
Finalmente, ha señalado que también hubo lluvias y chubascos intensos, aunque eso no fue consecuencia directa de la tormenta subtropical Alpha, sino de la gran borrasca, que absorbió mucho vapor de agua de latitudes bajas y provocó que los chubascos fueran intensos en amplias zonas de España.