El teletrabajo en Castilla-La Mancha podría alcanzar el 27,2 por ciento, mientras que la media nacional de este formato se situaría en el 30,6%, según se desprende del artículo analítico ‘El teletrabajo en España’, elaborado y publicado este martes por el Banco de España.
Un 80% de las empresas ha aumentado el teletrabajo como consecuencia del COVID-19 y las medidas de confinamiento para evitar que su actividad se resienta y estima que un 30,6% de los empleos en España podría realizarse mediante teletrabajo, lo que supone 22,3 puntos porcentuales más que ahora y más de seis millones de trabajadores, con un «amplio margen de mejora» en la mayoría de colectivos, especialmente en los asalariados con contrato indefinido.
En este artículo se subraya que hay un «amplio margen de mejora» en el uso de esta modalidad de trabajo, que el año pasado desempeñaba un 8,3% de ocupados en España, según la Encuesta de Población Activa, especialmente entre personas de entre 35 y 65 años y trabajadores con formación universitaria.
El organismo, tras realizar un análisis de las características intrínsecas de cada ocupación, estima que el 30,6% de los ocupados podría teletrabajar, al menos ocasionalmente, pasando de los 1,64 millones de empleados que teletrabajan actualmente a más de seis millones; eso sí, con un incremento potencial «asimétrico», ya que no todos los trabajadores podrán aprovecharse de él, dado que aquellos con menor nivel educativo tienen dificultades para beneficiarse de esta modalidad laboral.
Asimismo, subraya que este modo de trabajo plantea algunos retos (distribución de las inversiones a las que se debe hacer frente entre empresa y trabajador o adaptación de los protocolos de horarios, condiciones del lugar del trabajo, seguridad y accidentes) que requerirán de una regulación «bien estructurada», y conlleva una inversión en equipos, programas informáticos y formación de trabajadores.
ASALARIADOS INDEFINIDOS
Por características laborales, los asalariados con contrato indefinido serían los que tendrían más margen para aumentar su potencial de teletrabajo, hasta el 30,7%, frente al 4,6% observado; los asalariados temporales hasta el 22,5%, frente al 3,1% actual y los autónomos en mayor medida, hasta el 41,2%, frente al 30,2% actual.
Por tamaño de la empresa, los colectivos de ocupados con teletrabajo en empresas de más de 50 trabajadores son los que más podrían aumentar la parte del trabajo que llevan a cabo en remoto, pasando del 7,3% actual al 34,3%. A su vez, las empresas con 250 o más trabajadores podrían incrementar el teletrabajo desde el 4,4% actual al 31,7% y las de entre 1 y 50 trabajadores, del 9,8% al 29,9%.
ACTIVIDADES CUALIFICADAS
Por tipo de trabajo, las actividades cualificadas -realizadas en la actualidad por alrededor del 80% del total de ocupados que llevan a cabo parte de su trabajo a distancia- son las que también presentan mayor margen de mejora. En concreto, los trabajadores con teletrabajo en las ocupaciones de técnicos y profesionales de apoyo y en las de empleados contables, administrativos y otros empleados de oficina podrían incrementar en más de 40 puntos porcentuales su participación en el número total de empleados de cada una de estas ocupaciones, hasta el 53,2% y el 45,3%, respectivamente.
Asimismo, las ocupaciones incluidas en las categorías de directores y gerentes, y técnicos y profesionales científicos e intelectuales, podrían aumentar el porcentaje de trabajadores con teletrabajo en 32 y 37 puntos porcentuales, respectivamente, hasta el 56,2% en el primer caso y el 58,9% en el segundo.
De su lado, los operadores de instalaciones y maquinaria, pudiendo llegar hasta un 26% de teletrabajo, así como los trabajadores de servicios de restauración y comercio (17%), que en la actualidad prácticamente no teletrabajan, podrían avanzar también de forma significativa en este sentido y, posiblemente, beneficiarse de algún cambio en el modelo de negocio de sus empresas.
Por el contrario, en las ocupaciones elementales (que incluyen empleados domésticos; otro personal de limpieza; ayudantes de preparación de alimentos; recogedores de residuos urbanos, vendedores callejeros y otras ocupaciones elementales en servicios; peones agrarios, forestales y de la pesca, la construcción, las industrias manufactureras y el transporte), donde el teletrabajo también representa un porcentaje muy reducido, el margen de mejora es «escaso».
SECTORES FINANCIERO, COMUNICACIONES E INMOBILIARIO
Entre los sectores de actividad que tendrían más potencial para aumentar su proporción de ocupados con teletrabajo se encontrarían algunas actividades que en la actualidad ya están utilizando de forma más intensiva este tipo de trabajo, como las actividades financieras y de seguros (61%); la información y las comunicaciones (67,3%) o las actividades inmobiliarias (64,2%).
De igual forma, el artículo analítico subraya que hay algunos sectores en los que, actualmente, el trabajo desde el domicilio es casi inexistente y que tendrían un potencial de mejora muy elevado, como el transporte y el almacenamiento, hasta el 45,1% (+42 puntos); el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado, hasta el 43,5% (+37 puntos); la Administración Pública, hasta 34,3% (+32 puntos); el comercio, hasta el 32,8% (+25 puntos); otros servicios, hasta 29,3% (+22 puntos); el suministro de agua, las actividades de saneamiento y la gestión de residuos, hasta el 30% (+22 puntos), y las manufacturas, hasta el 21,6% (+17 puntos).
En el lado opuesto hay otros sectores donde la posibilidad de teletrabajo es limitada y podría subir a porcentajes reducidos, como la agricultura (8,2%), la construcción (12,9%), la hostelería (13,5%) y el servicio doméstico (9,3%).
MAYORES DE 65 AÑOS Y UNIVERSITARIOS
Por edades, se observa que los mayores de 65 años tendrían un elevado margen de mejora en el teletrabajo, y prácticamente la mitad de este colectivo (43,5%) podría pasar a trabajar de forma no presencial. Por otro lado, los menores de 24 años podrían incrementar el uso del teletrabajo en 20 puntos, hasta el 21,5%.
Por sexo, no hay una gran diferencia entre el nivel de porcentaje que podría alcanzar los hombres, con 3,25 millones (30,3%), frente al 8,8% actual, y las mujeres, con 2,78 millones (30,9%), frente al 7,7% actual.
Por nivel educativo, la estimación del número potencial de ocupados con teletrabajo muestra que el colectivo más cualificado podría elevar el porcentaje de personas que trabajan desde casa hasta el 51%, mientras que aquellos con menor nivel de educación solo subirían a un 16,7%.
ASTURIAS, CATALUÑA, MADRID Y PAÍS VASCO
Por último, las diferencias por comunidades autónomas no son grandes, pero liderarían la Comunidad de Madrid, pudiendo alcanzar el 35,9%, (+28 puntos porcentuales); el País Vasco, hasta el 34,2% (+26 puntos) y Cataluña, hasta el 33,5% (+25 puntos) serían las regiones en las que se podría registrar el mayor aumento en el porcentaje de empleados que trabajan desde su domicilio, junto a Asturias, hasta el 32,1%.
Las regiones que podrían alcanzar un porcentaje menor de teletrabajo son Baleares (26,3%) y Murcia 26,7%, aunque todas oscilan en porcentajes muy próximos: Andalucía (27,5%), Aragón (28,6%), Canarias (27,2%), Cantabria (28,3%), Castilla y León (27,5%), Castilla-La Mancha (27,2%), Comunidad Valenciana (29,2%), Extremadura (27,4%), Galicia (29,5%), Navarra (29,9%), La Rioja (27,6%) y Ceuta y Melilla (30,7%).
En comparativa europea, con datos de 2018, el 13,5% de los ocupados de entre 15 y 64 años trabajaban a distancia en la UE-28, según Eurostat, con mayor implantación en los países del norte. España se situaba por debajo de la media europea, con un 7,5%, 6 puntos porcentuales menos que el promedio europeo y lejos de Francia (20,8%) o Alemania (11,6%).