Un estudio realizado por la Fundación Artemisan, en el que ha colaborado el biólogo de Tomelloso Carlos Lázaro, y que ha contado con el apoyo de la Junta de Comunidades y la colaboración de la Federación de Caza de Castilla-La Mancha, ha revelado que la situación de la población de liebres en la región «es mejor de lo esperado» tras la aparición de la mixomatosis hace un año.
En este sentido, el trabajo que se ha llevado a cabo indica que el impacto de la mixomatosis podría no haber sido tan grande en Castilla-La Mancha, o que en el momento de los muestreos las poblaciones ya empezaban a tener síntomas de recuperación, según ha informado Artemisan en nota de prensa.
En el verano de 2018 se detectó por primera vez en España un brote de mixomatosis en liebre ibérica, enfermedad que el conejo de monte viene padeciendo desde los años 1950. En Castilla-La Mancha, los primeros focos se detectaron en la provincia de Cuenca y, según los datos oficiales, la enfermedad se ha ido extendiendo por el resto de provincias, aunque en distinta intensidad.
Con el objetivo de conocer el impacto de la mixomatosis en las poblaciones de liebre de Castilla-La Mancha, Fundación Artemisan ha liderado un estudio que forma parte de MIXOlepus, un proyecto global que tiene por objeto encontrar soluciones prácticas ante el brote de la enfermedad en liebres y del que forman parte varias entidades del ámbito público y privado.
Otra de las conclusiones de este informe es la necesidad de realizar más estudios e implicar al colectivo de cazadores en censos. Además, los resultados de las encuestas a los cotos muestran que el sector cinegético está comprometido con la conservación de la liebre ibérica en Castilla-La Mancha, dado que la mayoría de los cotos participantes realiza gestión activa dirigida a la liebre y una proporción importante de los cotos no cazó la liebre o lo hizo con restricciones tras la aparición del brote.
Desde Fundación Artemisan, han hecho un llamamiento para que el sector siga comprometido por la especie y siga participando en las encuestas epidemiológicas promovidas por la Administración, así como estudios de campo como éste.
RESULTADOS
Tras el trabajo realizado, se han recibido un total de 67 encuestas, de las cuales un 70 por ciento ha declarado haber observado liebres enfermas o muertas desde primavera y verano de 2018. Las provincias más afectadas fueron Albacete, Ciudad Real y Toledo mientras que las que menos fueron Guadalajara y Cuenca.
En cuanto a la caza y gestión cinegética, la gran mayoría de los cotos cazan la liebre (más del 80 por ciento), en un 34 por ciento de los cotos las liebres se cazan únicamente con galgos, en un 30 por ciento sólo con escopeta y en otro 30 por ciento con ambas modalidades.
Casi el 50 por ciento de los cotos tienen zonas de reserva donde no se cazan las liebres y cerca de un 30 por ciento de los cotos establece cupos máximos de capturas. Finalmente, más de la mitad de los encuestados no cazó la temporada pasada o lo hizo con restricciones.
En cuanto al trabajo de campo, se han llevado a cabo los transectos en 44 cotos diferentes durante febrero y marzo de 2019, cubriéndose una longitud total de 550 kilómetros y un total de 549 liebres observadas. La densidad promedio para toda la región fue de 7,66 liebres/100 hectáreas.
Las provincias con una mayor densidad son Albacete, Ciudad Real, Guadalajara y Toledo (en torno a 8 liebres/100 hectáreas), mientras que para Cuenca la densidad fue de 3-4 liebres/100 hectáreas.