Comenzó el partido con un intercambio de canastas fáciles de uno y otro equipo, sin embargo fueron los del Basket Cervantes los que primero ajustaron su defensa y pusieron en apuros a los nuestros para cerrar el primer cuarto con un 22 a 30 que empezaba a poner el encuentro cuesta arriba para los nuestros.
En el 2º cuarto los nuestros consiguieron apretar el marcador, más con corazón que en base a la fluidez de su juego. Conseguíamos poner balones en el poste bajo con los que sumábamos canastas y tiros libres. No se jugaba con brillantez pero manteníamos la estela del rival. Para entonces los ciudadrealeños ya estaban dando una clínica de tiro exterior. Igualdad en el cuarto y se llega al descanso con un 48 a 56 estratosférico.
De vuelta de vestuarios los nuestros apretaron en defensa y el marcador se comprimió llegando a ponerse a tan solo 4 puntos, sin embargo, ello no fue sino un espejismo que dio lugar a los peores minutos de los locales. Fueron 3 minutos en los que los auriverdes pecaron de individualismo, con constantes idas y venidas, probablemente fruto de la ansiedad y los buenos deseos, que no hicieron sino alejarnos de forma casi definitiva de nuestro rival, llegando a establecerse diferencias que rondaron los 20 puntos, quedando el marcador en un 62 a 80 al final del periodo.
Si algo no hacen los nuestros es tirar la toalla, así que aún conscientes de la dificultad del envite, salieron al acto final con ánimo de apretar el marcador y, por qué no, poder pelear la victoria en los último minutos. Fueron varios los fallos rivales que propiciaron el acercamiento de los nuestros. Incluso dispusimos de una bola, tras un robo, para rebajar la desventaja a tan solo 11 puntos con aún 7 minutos por disputarse, pero no acertamos a encestar una entrada relativamente fácil. A continuación un par de triples del Cervantes rebajaron la euforia local y dispararon la ansiedad sin que en esos minutos finales de encuentro se vislumbrase posibilidad de reacción auriverde.
Mucho trabajo por delante. Debemos ser mucho más efectivos en defensa y adaptarnos lo antes posible a todos los aspectos de la liga. Nadie dijo que fuera fácil, pero tras el buen sabor de boca que nos dejó el último partido amistoso, parecía que estábamos más cerca de nuestro objetivo. En ataque, pese a la falta de fluidez, y de claridad de ideas, se lograron unos nada despreciables 82 puntos.
Lo que es tendencia en el baloncesto mundial se vio claramente el pasado sábado en el municipal de San José. Los visitantes con un espectacular 16 de 32 en tiro de 3, dejaron en nada la superioridad local en la pintura (38 por 24 puntos, 33 tiros libres lanzados por 23 de los visitantes).
Como efeméride, le cupo a Alex Pérez el honor de anotar la primera canasta de un equipo de nuestro club en 1ª Nacional. Esperemos que sean mucha más…. Y que sean más las canastas que anotemos que las que recibamos.
