Los vecinos El Robledo han vuelto a zambullirse en las heladas aguas del río Bullaque para despedir el 2019 y dar la bienvenida al 2020.
Una tradición que se remonta al 1995, con la reivindicación de que el río siga vivo y mantenga su caudal ecológico ya que es uno de los pocos ríos que mantienen un estado aceptable en Ciudad Real.
Ha sido una mañana de niebla la de este 2019 en la que los vecinos han compartido un ambiente festivo en el que para reponerse del frio han degustado migas y unas habichuelas amenizados por una charanga.