Ha sido un año intenso para el Partido Popular, un año desde que las bases hablaron y su voz dio como resultado que Paco Núñez comenzase a liderar el destino de nuestro partido en Castilla-La Mancha.
Un destino marcado por la participación, por la unión de afiliados en torno a un partido que tiene las ideas claras sobre lo que Castilla-La Mancha debe ser, y que dista mucho de lo que en la actualidad es nuestra comunidad autónoma, alejada de la senda del progreso y el futuro.
En estos 365 días nuestro líder ha estado cerca de todos nuestros afiliados, ya que éstos tienen un gran peso en el proyecto del Partido Popular, y han sido los propios militantes del PP los que han dicho qué partido queremos ser y hacia dónde encaminar el programa popular para esta región.
Paco Núñez ha escuchado a todos, a todos los que están implicados con este partido que está llamado a gobernar una región exhausta por las políticas socialistas. Por eso, una de las señas de identidad del nuevo presidente es su cercanía con las bases, que son las verdaderamente importantes en marcar el destino de un partido.
Los afiliados tenemos un peso crucial en el Partido Popular; hemos participado en las mesas de trabajo que se crearon en todas las sedes de la región y hemos sido los militantes los que hemos conformado el programa electoral de un partido que tiene los pies asentados en una tierra como Castilla-La Mancha.
Es innegable que Paco Núñez ha sacado el partido a la calle para trabajar con las personas que conocen cada área, cada materia, cada rincón de Castilla-La Mancha, y por eso, el Partido Popular es un partido de todos, porque todos hemos creado ese nuevo PP que es la única alternativa real y seria para esta región.
Castilla-La Mancha por encima de todo, esa es la máxima de un líder que conoce una tierra, que visita cada centímetro, cada pueblo y se interesa y preocupa por lo que quita el sueño a cualquier castellano-manchego. Paco Núñez está peleando por nuevas oportunidades para crear empleo, por una bajada de impuestos, por la agricultura y la ganadería y por el impulso a nuestras tradiciones que nos distingue de cualquier otra comunidad autónoma y que hay que preservar.
Paco Núñez lidera un proyecto para conseguir que Castilla-La Mancha no siga siendo una de las comunidades que peor paradas resultan dentro del país, y para eso cuenta con un gran aliado, Pablo Casado, que también velará por los intereses de esta tierra y por una financiación más justa para todos. Sin duda, si hay algo que une a Casado y a Núñez es su sentido de Estado y su trabajo por España, por gran nación de la que cualquier español se siente orgulloso, pero que no puede estar estancada por gobiernos irresponsables que se ha demostrado no están capacitados para dirigir nuestro país.
La tarea es ardua pero apasionante, y tiene una meta clara: demostrar que Pablo Casado y Paco Núñez son la única opción fiable y responsable para dirigir España y Castilla-La Mancha, y para eso, cuenta con el apoyo de este afiliado, ilusionado como muchos otros militantes con un proyecto que es necesario para esta región y este país.