El primer debate electoral de la historia de Castilla-La Mancha, que ha enfrentado a los candidatos de PSOE, PP, Unidas Podemos, Ciudadanos y Vox, ha estado marcado por la falta de nuevas propuestas por parte de los candidatos y protagonizado en gran parte de su desarrollo por los ataques del aspirante ‘popular’ contra el presidente del Gobierno, a quien ha interrumpido en numerosas ocasiones para recordarle continuamente sus «promesas incumplidas».
También la puerta que Carmen Picazo (Cs) ha dejado abierta durante la intervención en el bloque dedicado a pactos para forzar un hipotético cambio siempre y cuando le dé la suma ha sido otro de los epicentros del debate electoral.
Tras señalar que los «extremos» –en referencia a Vox y Unidas Podemos– «amenazan con romper la convivencia», ha abogado por una España y una Castilla-La Mancha «unidas». «Y si nos dan la confianza y sumamos para el cambio, lo vamos a producir».
LA FOTO DE FAMILIA, PRELUDIO DEL COMBATE
Unos quince minutos antes de comenzar, los cinco candidatos se han hecho una cordial foto de familia, momento previo a abrir fuego. El primero en «atacar» en la parte del debate propiamente dicho –cada uno tenía un turno de intervención por cabeza para fijar posturas en cada bloque– ha sido del candidato ‘popular’, que ha cortado en reiteradas ocasiones al presidente regional, Emiliano García-Page, mientras este hablaba, lo cual ha pillado por sorpresa al socialista, que le ha reprochado que no le dejase ni siquiera exponer su argumentación.
Núñez ha continuado con esa estrategia durante este primer bloque, motivando que haya sido el primero de los cinco candidatos en terminar con el tiempo que tenía asignado, no pudiendo ni intervenir en lo que restaba del bloque. El encontronazo entre ambos, que se ha reproducido nuevamente en otros bloques, ha sido más crudo al hablar de agua.
La estrategia de Núñez, tal y como se ha visto a lo largo del debate, ha estado centrada en acentuar los «incumplimientos» de García-Page en el Gobierno alternando con continuas interrupciones, lo cual ha sido criticado por el presidente autonómico al finalizar, ya que ante los medios de comunicación aseguraba que el ‘popular’ había faltado «en los modales y a la inteligencia de la gente».
Por contra, Núñez, en su papel de intentar erigirse como única alternativa a García-Page, apenas ha dedicado tiempo para dirigirse a los candidatos de Vox y Ciudadanos.
PAGE INSISTE CON COSPEDAL
De su lado, García-Page ha centrado su estrategia en sacar a relucir el pasado de María Dolores de Cospedal como presidenta regional –a quien ha citado en decenas de ocasiones– llegando incluso a pedir a Núñez que se retratara. «¿Por qué se avergüenza tanto de Cospedal?, ha llegado a preguntar el socialista; a lo que Núñez contestaba: «Yo miro al futuro».
También García-Page ha aprovechado ese «pasado» del PP en el Gobierno para exhibir gestión. Planes de empleo, recuperación de listas de espera, defensa del agua o avances en sanidad y dependencia han sido esgrimidos por el candidato durante sus consecutivas intervenciones.
A la candidata de Ciudadanos le ha acusado de desgranar propuestas como si una carta a los Reyes Magos se tratara, pero apuntando que no llegaba a sustanciarlas con concreción.
Al candidato de la confluencia, José García Molina, le ha atacado en dos puntos muy concretos, como son el rechazo de las cuentas que Podemos acometió por sorpresa a los presupuestos de 2017 pese a estar pactados o la polémica surgida la última semana con su propia confluencia por su propuesta sobre priorizar a trabajadores castellano-manchegos en las oposiciones en la región.
«Usted votó en contra de los presupuestos porque quería entrar en el Gobierno», le ha espetado, algo que, a los cuatro meses, en agosto de 2017, acabó por cristalizar.
GARCÍA MOLINA Y SU POSICIÓN EN EL GOBIERNO
En cambio, José García Molina ha jugado a defender algunos avances experimentados en la legislatura, que ha achacado a la acción del Gobierno de Podemos; y al mismo tiempo a marcar distancias sobre las decisiones que no compartía.
Ha defendido que sólo Unidas Podemos puede hacer frente a los que «quieren hacer negocios», ha enunciado entre sus propuestas estrella extremos como incorporar dentista, oculista y otorrinolaringólogo a la cartera de servicios sanitarios y se ha arrogado ser el único candidato que estaba proponiendo algo concreto en el debate.
Aquí, ha imitado en parte la postura del líder de su partido, Pablo Iglesias, durante los dos debates antes de las elecciones generales. Así, ha aprovechado el hueco que a veces le dejaban los otros candidatos para erigirse como un postulante propositivo: «Esto parece un patio de colegio y el único que propone soy yo».
PICAZO
Carmen Picazo, del mismo modo, ha imitado gran parte de los rasgos que caracterizaron la actuación de su líder nacional, Albert Rivera, durante los debates de las generales.
Así, ha sido la primera que ha utilizado ‘atrezzo’ para apuntalar su discurso y ha exhibido en el primer bloque hasta tres gráficos para afear la gestión del Gobierno del PSOE, sobre deuda, paro femenino y paro juvenil.
En su intervención, ha insistido en marcar distancias entre Ciudadanos y el bipartidismo de PP y PSOE, aprovechando que la formación naranja está inédita en la gestión para encontrar un hueco como «única alternativa fiable» de Gobierno. «Nos jugamos volver al bipartidismo en blanco y negro», ha resumido al finalizar el debate.
UN PARQUE TEMÁTICO DE TAUROMAQUIA, PROPUESTA DE VOX
El más desconocido hasta ahora de todos los candidatos que acudían al debate, Daniel Arias (Vox), ha sido el que más propuestas ha dejado encima de la mesa, si bien es cierto que todas iban en sintonía con el argumentario a nivel nacional que llevaba escrito y aprendido.
Sin duda ha sido el que menos ataques –casi ninguno– ha recibido de sus adversarios y ha conseguido pasar de largo ante las polémicas protagonizadas por su partido a nivel nacional en los últimos meses.
Un pin parental para que los padres controlen lo que se imparte en clase, abrir los quirófanos por las tardes, facilitar prácticas al alumnado de FP y de universidades en cursos más tempranos o conectar todas las capitales de provincia por autovía han sido algunas de sus propuestas, si bien todas ellas las quiere poner en marcha con una bajada «masiva» de impuestos y racionalizando el gasto «superfluo» quitando subvenciones a «chiringuitos» como asociaciones feministas o colectivos LGTBi.
Aunque Arias no llegaba a agotar sus tiempos en cada una de las intervenciones, ha sido el que ha aportado una de las propuestas más curiosas del debate, la creación de un parque temático centrado en el mundo de la tauromaquia en Castilla-La Mancha, como muestra de la «defensa de las tradiciones» que quiere su partido.