El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, llevará este martes al seno de la Unión Europea en su viaje previsto a Bruselas nuevos informes de impacto medioambiental del trasvase al entorno natural del río Tajo a su paso por territorio regional, al tiempo que justificará la necesidad de elevar a 800 hectómetros cúbicos el mínimo de agua embalsada en los pantanos de cabecera a partir del cual no podrá ceder agua al Levante.
El texto argumenta cómo el trasvase representa el principal factor de alteración hidrológica en el tramo del Tajo a su paso por Castilla-La Mancha, y recuerda que desde su implementación en los años 80 se han trasvasado cerca de 12.600 millones de metros cúbicos, mientras que el «expolio» en esta legislatura se eleva a los 749 hectómetros cúbicos a lo largo de 35 trasvases.
Con todo, entiende este estudio que mantener el trasvase es incompatible con la satisfacción de las demandas en la cuenca del Tajo, con los caudales ecológicos del río y con los objetivos ambientales marcados por la legislación europea.