La portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Blanca Fernández, ha deslizado que desde el Ejecutivo de la Comunidad Autónoma se va a proponer una «reflexión muy seria» al respecto del precio de algunos tratamientos farmacéuticos, proponiendo auditar si el precio se corresponde con los procesos de investigación necesarios para llegar a su fórmula.
Tras reparar en que hay tratamientos contra enfermedades como el cáncer que pueden costar entre 200.000 y 300.000 euros, ha enfatizado que ninguna comunidad autónoma se va a oponer a invertir en este tipo de procedimiento «por caro que sea» para poder garantizar la atención universal sanitaria.
«Pero el cumplimiento del déficit se nos puede ir perfectamente por el gasto farmacéutico», ha alertado Fernández, quien ha indicado que en Castilla-La Mancha este gasto se sitúa en 1,8 millones de euros diarios.
La estrategia propuesta por la región castellanomanchega pasa por apostar por un precio marco y por que las marcas se asimilen a los medicamentos genéricos homologables.
Según ha considerado, «no hay excusa en el marco nacional para no apoyar una iniciativa así». Además, propone exigir «más transparencia» a las farmacéuticas para conocer el coste de las investigaciones que derivan en la salida al mercado de sus tratamientos «para que los precios que se ponen a algunos medicamentos no sean producto de la especulación sino en base a la inversión real», si bien ha aceptado que las compañías tengan que conseguir «un beneficio lógico».