La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (Asaja) de Castilla-La Mancha ha anunciado que pedirá por carta al consejero de Desarrollo Sostenible, José Luis Escudero, que autorice a las confederaciones hidrográficas para que den permiso a los agricultores interesados en limpiar los cauces de los ríos y vaguadas anegados por la gota fría.
Así lo ha dado a conocer el secretario regional de Asaja, José María Fresneda, a preguntas de periodistas sobre el decreto de ayudas que previsiblemente aprobará el Consejo de Ministros de este viernes por la gota fría o depresión aislada en niveles altos (DANA).
Para Fresneda se trata de una demanda «lógica» por parte del sector agrario en un momento en el que «se acerca la época de siembra, vendrá la aceituna y la vendimia está terminando» y ha adelantado que Asaja se ha puesto en contacto con las confederaciones hidrográficas a fin de que autoricen la limpieza de cauces y vaguadas a los agricultores que lo soliciten.
No obstante, ha aclarado que ese visto bueno tiene que partir de la Consejería de Desarrollo Sostenible de Castilla-La Mancha. Por eso van a enviar una misiva a este departamento del Ejecutivo autonómico en la que explicarán los puntos en los que habría que actuar con el objetivo de que «se la remita a la confederación y se posibilite así la limpieza de cauces».
Dicho esto, el secretario castellanomanchego de Asaja ha hablado de «terrenos completamente anegados» por el agua en la región, lo que va a provocar que, en algunos casos, no se puedan recoger aceitunas ni cosechar girasol, al tiempo que ha reclamado medidas excepcionales de apoyo como rebajar el impuesto sobre bienes inmuebles (IBI) en aras de mantener estas explotaciones.
INTERPROFESIONAL GIRASOL
En otro orden de asuntos, el vicepresidente de Asaja y presidente del grupo de trabajo de oleaginosas y proteaginosas del Copa-Cogeca, Pedro Gallardo, ha pedido la creación de una organización interprofesional para el girasol a fin de que vele por la trazabilidad de este cultivo que en España «corre peligro» por la presión a la baja de los precios.
Gallardo ha denunciado que en España se producen 700.000 toneladas de girasol, mientras que la industria de transformación y elaboración necesita 1,4 millones de toneladas. Las necesidades duplican la producción en un país necesitado de importar girasol de países como Canadá o Brasil que usan insecticidas neonicotinoides que prohíbe la Unión Europea, ha alertado.
En concreto, el girasol, que suma unas 200.000 hectáreas de superficie cultivable en Castilla-La Mancha, ha perdido un 30% de producción en España al pasar de un millón a setecientas mil hectáreas. A pesar de eso, el vicepresidente de Asaja ha considerado que España cuenta con la producción más sostenible del mundo.
Con todo, ha demandado la puesta en marcha de una organización interprofesional para este cultivo no solo para garantizar la trazabilidad sino para incrementar los rendimientos, pues, en países como Hungría, Eslovaquia o Eslovenia producen tres veces más kilogramos de girasol que España pese a que disponen de superficies cultivables parecidas.
Asimismo, los precios «tampoco acompañan», según Gallardo, dado que son prácticamente similares a los de hace veinte años y eso provoca que el cultivo peligre.
Otra de las amenazas para esta planta herbácea, ha añadido el responsable de Asaja, es el aumento de la importación por parte de España del aceite de palma que en 2010 se situaba en 400.000 toneladas y ahora alcanza los dos millones, lo que supone multiplicar esa cantidad por cinco, mientras que Francia importa la décima parte de aceite de palma que España.
Por todo ello, ha anunciado que Asaja va a iniciar una campaña de información al consumidor sobre la calidad del aceite de girasol ya que «falta complicidad de las administraciones, de la industria y de la distribución».