Ni participación ciudadana, ni órgano de consulta y asesoramiento de la Consejería, ni, por supuesto, elaborar normas de rango legal, ni propuestas, ni nada de nada. Son papel mojado todas las competencias que enumera la ley del deporte sobre el Consejo de la Actividad Física y el Deporte de Castilla-La Mancha.
La exposición de motivos de la vigente ley del deporte de Castilla-La Mancha reza: “(II) La Ley 1/1995, de 2 de marzo, del Deporte en Castilla-La Mancha supuso un salto cualitativo en el deporte de la región, sentó las bases de una estructura asociativa, proporcionó instrumentos de apoyo a deportistas, creó vías de participación y colaboración interinstitucional y canalizó la inversión pública en instalaciones deportivas.”
Y, sin embargo, se empeñaron en cambiarla con la opinión en contra de las federaciones que se pronunciaron al respecto. Se atrevió a elaborar una nueva ley del deporte un Director General sin experiencia en gestión deportiva ni en desarrollo de normas, que sólo supo balbucear cuando se le preguntó qué aportaba la nueva ley a las federaciones en el último pleno del Consejo Regional de Deportes anterior a la aprobación de la actual ley del deporte.
Durante aquel trámite de aprobación de la ley en el parlamento regional, la oposición manifestó expresamente que la derogaría cuando gobernara. Desde 2015, ya gobierna y las federaciones hemos reclamado, por activa y por pasiva, la derogación, el cambio, la enmienda o cualquier otra acción que palie los efectos perniciosos al deporte oficial de esta vigente ley.
Una comisión para el desarrollo reglamentario de la ley del deporte
El pleno de este año fue convocado el 15 de noviembre, y como la ley dice que es un órgano de participación ciudadana, el día 26 de noviembre presenté dos propuestas. El pleno se reunió el pasado 9 de diciembre y en el punto del orden del día de ruegos y preguntas se dio lectura a las propuestas presentadas.
Propongo crear una comisión que avance en el desarrollo reglamentario de la ley dado que desde su entrada en vigor no se han desarrollado los más de 25 artículos que remiten a su desarrollo.
La respuesta de la mesa es: Primero, que la Dirección General estaba a la espera de que se apruebe una nueva ley del deporte estatal; luego que, en vista de que no sale aquella, van a empezar a trabajar en el desarrollo; además que en 2018 ya se solicitaron propuestas, sin éxito, para trabajar el desarrollo de la ley; luego que vamos a votar la propuesta, pero antes el asesor de la DGJD afirma que es precipitado someter a votación la propuesta dado que no hay desarrollo reglamentario que diga cómo crear comisiones para su desarrollo reglamentario. ¡¡¿?!!. Siguieron improvisando que primero se debe elaborar un borrador y que luego quienes quieran hacer propuestas tendrán un plazo para hacerlo; se añadió que no se han recibido tantas quejas como para derogar la ley.
Se pregunta desde la mesa qué necesidades tienen las federaciones para querer modificar la ley. Debo confesar que me he visto sorprendido por el desconocimiento que muestran algunos funcionarios de la vida cotidiana de las federaciones y de sus necesidades, de las dificultades, de su organización, de su financiación; incluso de sus debilidades y fortalezas. La administración deportiva regional y las federaciones vivimos realidades diferentes.
Por último, la participación ciudadana es de asesoramiento, no de desarrollo reglamentario, dicen como objeción a que se vote la propuesta.
Finalmente encuentran la solución: No se puede votar la propuesta porque no está en el orden del día. El argumento es contundente. Entonces, ¿para qué tantas excusas? Además de presentar la propuesta con 13 días de antelación a la celebración del pleno, envié un correo electrónico a la DGJD, que tutela las federaciones, solicitando información sobre si la propuesta había sido presentada correctamente. No contestaron.
Vuelvo al pleno: no se sometió a votación.
Esta situación me confiere un papel de “opositor a la administración“ que es irreal y que, por supuesto, no pretendo. ¿Y si realmente mi voluntad es colaborar, como expresé? ¿Cómo puedo hacerlo? ¿Callándome?
Era una magnífica oportunidad para mostrar cómo la participación ciudadana se hace realidad.
Probablemente la comisión que se proponía no hubiera sido capaz de sintetizar un conjunto de iniciativas más o menos amplia que tuviera en cuenta todas las sensibilidades y mucho menos los intereses, ni siquiera del colectivo de federaciones dadas las diferencias entre ellas, pero sí hubiera servido para el debate, para que hubiera participación ciudadana activa, para poner de relieve dónde están los aspectos de la legislación que más incomodan y perjudican a los agentes del deporte oficial.
Solo puedo manifestar tristeza. Llevo ya algún tiempo que he tomado como meta personal en todos los ámbitos de mi vida personal, profesional o lúdica no “el tener razón”, sino BUSCAR SOLUCIONES. Me empeño en la búsqueda de la forma de plantear propuesta y alternativas en los órganos de gobierno en los que participo, sin que ello suponga un conflicto. Hace falta que la otra parte comparta la misma idea.
Subvenciones
La otra propuesta es de mayor calado, pero con respuesta sencilla: “Intentaremos que mejore”.
Consiste esta otra propuesta en solicitar, entre otras cosas, acortar los plazos de resolución y de pago de las subvenciones a las federaciones, volviendo al modelo anterior a la crisis en el que el primer cobro se realizaba en mayo y en septiembre el segundo; además pido incrementar la partida presupuestaria de deportes y la de subvenciones a federaciones para que se ajuste a las necesidades reales de la gestión integral del deporte oficial.
Esta propuesta se justifica porque en la actualidad el plazo de cobro de subvenciones es de hasta 478 días (Sí. No es una errata: 478 días). Por otro lado, el presupuesto para deportes en 2020 disminuye un 3,19% cuando el presupuesto global de la comunidad se incrementa un 13,95%. Entiendo que está justificada la propuesta.
Vuelvo a sorprenderme cuando se justifica la demora de hasta 478 días en el pago de subvenciones porque el procedimiento administrativo lleva muchos trámites. Si es así, es un procedimiento ineficiente.
Modelos de gestión cercanos
Durante el periodo como Director General de Deportes del Sr. Martín del Burgo se gestionó eficazmente las necesidades del deporte oficial y se comprendió que son las federaciones deportivas quienes lo gestionan y representan a nuestra región. Otro modelo es el del CSD en relación con las federaciones nacionales en todos los órdenes: financiación, asesoramiento, tutela, planificación y supervisión de las actividades.
Estoy convencido que si el Sr. García-Page (de quien soy admirador -por qué no decirlo-) conociera más de cerca los problemas del deporte oficial en Castilla-La Mancha podríamos acelerar los cambios necesarios para solucionarlos.
Supongo que siempre se está a tiempo de rectificar y definir con rigor conceptos y el modelo deportivo de Castilla-La Mancha, pero ahora comprendo que la Dirección General se ha convertido en el gran problema del deporte oficial.
¡Cómo lo lamento!
¿Ineluctable? Espero que no.