El vino ecológico ha sido uno de los grandes protagonistas del programa de actividades de la Feria Nacional del Vino, Fenavin 2019, que en su primera tarde ha dedicado tres de sus actividades a este segmento que es ahora mismo, a juicio de sus defensores, la gran tendencia del mercado en este sector, con más de 1 millón de bodegas certificadas en España.
Producir, certificar, vender, exportar y saborear. Profesionales y compradores interesados en conocer más sobre el vino ecológico han tenido esta tarde la oportunidad de informarse sobre el marco actual de la línea de mercado a nivel internacional, especialmente en exportación a terceros países y requisitos para el etiquetado en la conferencia ‘Exportación de vinos ecológicos: certificaciones necesarias’, que ha impartido David Vaquerizo, delegado del Servicio de Certificación CAAE en Castilla-La Mancha.
Vaquerizo ha centrado su intervención en los dos mercados que fuera de la Unión Europea son los principales demandantes de ecológico, EEUU y Japón, dos países que, no solo consideran este producto “más saludable”, sino que también “reconocen su valor añadido”.
La segunda conferencia de la tarde ha corrido a cargo de Esperanza de Marco, jefa de Servicio de Producción Ecológica del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que ha comenzado desgranando los datos de crecimiento del sector ecológico en España y en Castilla-La Mancha. Una radiografía en la que ha destacado el aumento gradual de la producción ecológica que ha experimentado en los últimos diez años un crecimiento del 110% y que sitúan a nuestro país como el primer lugar del mundo en superficie de viñedo ecológico con más del 25% de la superficie mundial y el de mayor producción de uvas para vinos ecológicos y de vino ecológico.
Bajo el título “‘El vino ecológico: nuevo reglamento de la producción ecológica”, De Marco se ha referido también a la nueva normativa que entrará en vigor en enero de 2021 con el objetivo de garantizar una competencia justa así como de actualizar y homogeneizar las normas actuales, algunas de ellas con más de 20 años de antigüedad. Un nuevo reglamento que traerá aparejados algunos cambios como que los controles de importación serán más estrictos o que los pequeños agricultores podrán optar por la certificación ecológica grupal.
También ha habido tiempo esta tarde para degustar vinos ecológicos. Concretamente, cuatro Premios Ecoracimo 2018 que han sido los protagonistas de la cata ‘Vinos ecológicos y su diferencia con el resto. Ecoracimo y nuevas formas de entender los vinos’, actividad que han dirigido el sumiller Miguel Ángel Benito y del presidente de la Asociación de Sumilleres de Castilla-La Mancha, Ramón Sánchez Camacho.
Un blanco de Rueda, un espumoso de Cava, un tinto joven de Castilla-La Mancha y un oloroso de Montilla. Cuatro Gran Oro que han puesto de relevancia la importancia de los Premios Ecoracimo, los premios más importantes y antiguos de este segmento que este año cumplen 20 ediciones, “como plataforma de lanzamiento efectiva y eficaz de los vinos ecológicos”.
Así lo ha explicado Miguel Ángel Benito que ha resaltado que Ecoracimo busca dar promoción a nivel profesional al vino ecológico, dando importancia a la calidad, pero también a la comercialización. “Es tan importante hacer un buen vino como saber explicar sus orígenes y la tierra de la que procede, ya que son vinos como los que hacían nuestros abuelos, nacen de la intensidad de mimar la tierra con las posibilidades que nos ofrece la tecnología actual, pero sin descuidar la calidad”, ha explicado.