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El espacio expositivo de Fenavin superará los 33.000 m2, contará con más de 10.000 marcas y podrán catarse 1.400 vinos

Los compradores podrán hacer en tres días "el trabajo de un año" en una feria "clave" para el auge de las exportaciones

La Feria Nacional del Vino (Fenavin) encara su recta final hacia una décima edición que servirá para verla cumplir la mayoría de edad, una cita que este año superará los 33.000 metros cuadrados de espacios expositivos, que aglutinará más de 10.000 marcas de vino y que pondrá a disposición de los cientos de compradores de un centenar de países una muestra de 1.400 señas a catar.

Diez pabellones y 2.000 compradores se darán cita en Ciudad Real procedentes de casi cien países, entre los que destacan por lo exótico Camerún, Benín, Etiopía, Eritrea y Yibuti.

Son, según Juliá, «unos números muy grandes» que le hacen llegar a la conclusión de que la fórmula de Fenavin, basada en «profesionalización, estructuración, planificación y evolución» es todo un éxito.

Opina Juliá que las decisiones «estratégicas» al inicio de la feria se tomaron bien, partiendo de la base de que el objetivo era impulsar la exportación.

«Entendimos que tenía que estar hecha desde el punto de vista de la demanda y no de la oferta. Hemos ido profesionalizando la feria y para mí Fenavin se consolidó en la quinta edición», asegura el director.

EL TRABAJO DE UN AÑO PUEDE SOLVENTARSE EN TRES DÍAS

El éxito de ediciones pasadas hizo que los promotores rechazaran incluir «novedades» y se centraran en perfeccionar lo ya existente. De hecho, amortiguan la capacidad de crecimiento hasta el punto de plantearse colocar un techo de bodegas expositoras para preservar el buen funcionamiento de la feria.

Manuel Juliá ha señalado que uno de los principales valores de Fenavin pasa por facilitar al comprador al máximo su trabajo. «Es fundamental que estén a gusto. Y en Fenavin un comprador de vino puede hacer en tres días el trabajo de un año».

Esto es posible gracias a la estructura de Fenavin, que desde meses antes al corte de cinta permite a los compradores contactar con los bodegueros y elaborar sus agendas de trabajo. Además, cuenta con herramientas como la Galería del Vino para terminar de catar el producto en el que se está interesado.

EL VINO, «MOTOR DE SOSTENIMIENTO»

Para el director de Fenavin, la importancia del vino reside en su capacidad de erigirse como «el gran motor de sostenimiento y de desarrollo económico» en España, producto que puede ser incluso clave para evitar el proceso de despoblación en España.

Así, ha recordado que el vino aporta al PIB desde todos los sectores, desde el primario con la Agricultura hasta el terciario con el enoturismo, pasando por la gran cantidad de industria transformadora que conlleva.

Para Juliá, Fenavin, con sus diez ediciones en los últimos 18 años, siempre con carácter bianual, se ha convertido en el principal exponente del crecimiento de las exportaciones de vino en España.

Desde la primera edición de 2001, tal y como recuerda Juliá, «las bodegas se dieron cuenta» del espíritu de Fenavin. «Ya empezamos a ser líderes comerciales en el negocio exterior del vino. Hoy, la feria de vino en España que más se nos acerca es Alimentaria, y es sólo un 30% de lo que somos nosotros».

Esta es la última edición en la que Juliá estará al frente de la dirección. De cara al futuro, tiene clara la receta: «Lo ideal es que Fenavin guarde su secreto, pero que se adapte a las nuevas realidades de comunicación. Ojos muy abiertos a los nuevos medios y métodos de comunicación, manteniendo sus criterios como si fueran su particular Constitución y como elementos inamovibles. Así, el éxito seguirá existiendo y manteniéndose».

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