El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha apelado a «aplicar la inteligencia» para conseguir el cierre del trasvase Tajo-Segura a través de un proceso de «transición» que sirva para acabar con «esta mala práctica hidráulica».
Durante la presentación de las obras de ampliación de un colegio en Bargas, García-Page ha aprovechado que este viernes el Consejo de Ministros estudiará el anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética para reclamar que ese concepto de «transición» se aplique igualmente a la «cicatriz» que sufre la región con el canal que conecta el Tajo y el Segura.
«Para ser coherentes con esta estrategia de cambio climático, hay que reconocer que los trasvases son hachazos al medioambiente. Son insostenibles. Si queremos ser serios, hay que acabar con una infraestructura que genera una inercia económica que no es fácil de parar de un día para otro», ha afirmado.