Esta argentina, de sangre italiana, reconvertida en Tomellosera desde hace casi una década, hace su primera muestra individual en el emblemático Café de la Glorieta. Cristina es Ingeniera Química, pero ante todo es una artista: Escritora, guionista, directora de cine y teatro, y también -cada vez más- pintora.
Gargiulo no distingue fronteras entre las distintas disciplinas, y por consiguiente su obra es un mestizaje de todos los lenguajes creativos. Durante un tiempo fue guionista de televisión en Chile, ha dirigido un mediometraje con niños con discapacidades, y otro con los alumnos del colegio Felix Grande, también ha escrito un par de novelas, varios cuentos, y algunas obras de teatro. El año pasado organizó las jornadas literarias “Tomelloso negro”, y además fue premiada en el certamen literario Bellvei con su novela “Las hijas de la penumbra”. Es por su condición de escritora que sus cuadros tienen un componente narrativo muy evidente, que se puede ver en los cuadros de ésta muestra.
enTomelloso.com: ¿Cómo fueron tus inicios en las artes plásticas, y qué te llevó a incluir la pintura en tu actividad creativa cotidiana?
Cristina Gargiulo: Dibujo desde que tengo uso de razón o quizás de antes porque mi madre tenía atesorados dibujos muy tempranos míos que yo no recordaba haber hecho. Desde hace unos cuantos años dibujo y pinto como complemento a mi trabajo de escritora. La abstracción necesaria para codificar en imágenes un relato luego actúa de modo inverso enriqueciendo mi imaginación a la hora de escribir.
ET: ¿Tienes referentes plásticos en artistas concretos que te hayan influido?
CG: Frida Khalo, Remedios Varo, el argentino Xul Solar.
ET: Siempre has dicho que detrás de cada cuadro debe haber una historia ¿Crees que todos los artistas deben contar algo en sus obras?
CG: No es obligación, lo fundamental es que el artista está cómodo con lo que hace. No obstante, en mi caso en particular, me niego a pintar sólo por pintar. Necesito un trasfondo narrativo que me conduzca emocionalmente por la obra, en esta muestra en particular todas las acuarelas tienen un hilo conductor concreto que es el erotismo, la poesía de Charles Bukowsky y la música de Joe Cocker. Cada pintura es una historia de encuentros y desencuentros entre amantes que como toda ficción lleva la finalidad última de entretener al espectador con algo más que estética.
ET: Artistas como Turner, Van Gogh o Monet fueron simplemente paisajistas, Juan Gris o Morandi pintaban bodegones ¿Estás de acuerdo en que no importa el motivo que se pinte, sino el resultado?
CG: Vamos a ver, Turner llegó a atarse al mástil de un barco para captar la energía de una tormenta, y luego sus trazos son tan desgarradores que cualquiera advierte que además había otra tormenta en su psique. Van Gogh reventaba los pinceles trazando aves negras(el lado oscuro de su libertad) dentro de esos paisajes que mencionas, lo mismo encuentras si escarbas en la génesis de los bodegones. En conclusión, no importa lo que se pinte y tampoco importa el resultado, lo importante para que sea arte es que la motivación salga como consecuncia de aquellas tensiones que rigen tu vida.
ET: Cambiando de Tema, nos interesaría saber tu percepción de la Mancha y de Tomelloso desde tu perspectiva de extranjera que lleva varios años viviendo aquí.
CG: Llegué a Tomelloso hace una década, el mismo día de mi cumpleaños. Soy afecta a no tomarme las coincidencias a la ligera por lo que sin dudas me atrevo a decir que Tomelloso es un regalo que me dió la vida. A la semana de llegar al pueblo fui invitada a la cocinilla de mi gran amigo Pepe Grande, el cual me advirtió de que el que llega a Tomelloso luego no se quiere ir y en ese momento me dio un libro de Plinio para que conociera desde la literatura la cultura, ya ves por donde se ancló mi perspectiva.
ET: ¿Cual fue tu impresión al llegar a Tomelloso, y qué tal te ha resultado la adaptación a ésta comunidad tan especial?
CG: Así como conocí a Pepe, en las primeras semanas conocí también a mi amiga Xus Navarro Castro, bien conocida por su labor animalista, por lo cual mi primera impresión fue la de que sois gente en extremo generosa y humana, para vosotros la solidaridad es parte de la naturaleza. Luego fui conociendo más gente como mi profesor de acuarela y gran amigo Manuel Buendía, mi amiga Eva Ruiz Póveda, Obdulio Hilario, la gente de Afas, actores, escritores, Rosa y Eusebio dos hippies maravillosos, y otros tantos artistas que han hecho que la percepción de vuestra comunidad se me haya ido ampliando, al punto de deciros que en mi vida he visto tanta congregación de talento y creatividad. ¿Cómo no me voy a adaptar? Digamos que me siento un pez en el agua.
ET: Cuéntanos tus próximos proyectos, ya que sabemos que eres mujer de mente creativa inquieta.
CG: En orden cronológico tras la muestra del Café de la Glorieta viene una exposición colectiva con los Acuarelistas de Tomelloso y la Comarca en La Casa Regional de Castilla La Mancha en Madrid. Luego vamos a terminar el rodaje de ¨Hay un Marciano en mi Geranio¨, un cortometraje con los chicos del Félix Grande donde en plan comedia de ciencia ficción nos sumergimos de cabeza en la ciencia de la fotosíntesis. A largo plazo tengo el sueño de concluir un libro ilustrado sobre historias de comidas que empecé el año pasado en Italiano, tengo cuatro capítulos escritos esperando madurar y multiplicarse.
ET: Para finalizar ¿Por qué camino estético crees que discurrirán tus próximas obras?
CG: Acuarela siempre, procurando ser más fiel a la historia que al realismo. Tengo la teoría ridícula de que al estar formados por 70% de agua, nuestra fisiología se parece más que nada a la acuarela y dentro de ese absurdo me muevo y como es mío funciona.
La obra de Cristina Gargiulo estará permanente en el Café de la Glorieta desde el jueves 11 de Octubre.
