Partido complicado el que disputaba el Atlético Tomelloso Basket el pasado sábado en Ciudad Real frente al líder que, desde el primer momento, salió con las ideas muy claras y exponiendo por qué lo es; muchísimo ritmo, defensa muy agresiva, continuos dos contra uno… Pese a ello, y con un complicado arbitraje, los auriverdes compitieron hasta el final para terminar perdiendo con la cabeza bien alta ante un equipo llamado a todo.
Aun así, los de Ramón Cañas compitieron el primer cuarto finalizando con un tanteo más igualado de lo que uno y otro habían expuesto en la pista. Se inició el segundo cuarto con la misma tónica; con los atléticos muy desorientados, pero sin perder comba en el marcador. De hecho, a los tres minutos se mantenía la ventaja local de 3 puntos. En esos momentos cayó la primera técnica para el banquillo visitante que enervaba un poco más a los auriverdes. Los últimos cinco minutos del cuarto fueron un paseo militar para el C.B. Ciudad Real en el que consiguió un parcial de 18 a 4 con el que rompía el partido y con el que el Atlético Tomellosose iba con caras largas a tiempo de descanso, pero con ganas de enderezar el rumbo.
Tras la vuelta a la cancha, el electrónico se disparó definitivamente. Los capitalinos llegaron atener una ventaja de hasta 28 puntos (52 a 24) y la sensación era la de un partido completamente roto. No obstante, los auriverdes consiguieron rehacerse y recortar en cierto modo la ventaja hasta cerrar el cuarto con un 61 a 37.
En el último cuarto, ambos equipos se intercambiaron parciales. El primero favorable para los auriverdes; un 0 a 8. A continuación, un 6 a 2 para los locales. Luego un 1 a 8 para los visitantes que fijaba un 68 a 55 en el marcador pero ya sólo con dos minutos por disputarse, que se cerrarían con un 5 a 5 con el que se llegó al 75 a 62 final.
Justa victoria de los locales que exhibieron un enorme poderío físico con exteriores muy intensos e inteligentes y con interiores muy versátiles con altura, agilidad y peso. Todo ello muy bien dirigidos en la banda, leyendo perfectamente el arbitraje y llevando cada defensa al límite. Muy al límite. Por el contrario, sabor amargo el que se trajeron los atléticos de Ciudad Real, más que por la derrota, por la manera en que ésta se produjo. Muy descontentos con la actuación arbitral, pero reconociendo las cosas por su nombre, es decir, que fue una derrota digna para marcharse con la cabeza bien alta.