La Organización de Naciones Unidas dedica el 15 de junio a celebrar el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a la Vejez con el objetivo de sensibilizar sobre el respeto y protección a las personas mayores y fomentar conductas de buen trato hacia ellos.
La conmemoración de este día fue aprobada el 19 de diciembre de 2011 por la Asamblea General de Naciones Unidas. Anteriormente, en abril del 2002, se celebró en España la Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento y se aprobó la Declaración Política y el Plan de Acción Internacional de Madrid sobre el Envejecimiento, documentos clave en los que se define como objetivo primordial la eliminación de todas las formas de abandono, abuso y violencia contra las personas mayores.
Siguiendo la tendencia actual, en 2050 más del 20 por ciento de la población mundial tendrá 60 años o más, cifra que será mayor en el mundo en desarrollo. En España, la esperanza de vida está aumentando y ya alcanza los 83,30 años, notablemente mayor que la media mundial.
Es tarea de las Administraciones Públicas articular los mecanismos necesarios para atender a una población que cada vez es más envejecida y promover el respeto a las personas mayores, reconociendo su valor, dignidad, aportación a la sociedad y su trabajo y esfuerzo a lo largo de sus vidas.
A través del tiempo, el papel de las personas mayores en la sociedad ha sido de vital importancia, respetado y honrado, pero en los últimos años se aprecia un cambio en la sociedad contra el que hay que combatir. Es inadmisible que no se preste atención a la protección de este grupo de personas para garantizar que envejezcan con seguridad y dignidad y, al mismo tiempo, potenciar sus capacidades para que puedan participar con pleno derecho en la vida de sus familias y comunidades.
En Castilla-La Mancha, hay actualmente una población mayor de 65 años de 375.000 personas, que se incrementará notablemente hasta alcanzar las 680.000 personas de edad en 2050.
El Gobierno regional trabaja con las personas mayores, de la mano del movimiento asociativo, desde dos enfoques diferentes: la intervención en los casos graves o en riesgo, y la prevención para promover los derechos y la calidad de la atención que reciben las personas mayores, como por ejemplo a través del buen trato.
Así, por una parte, el Gobierno de Castilla-La Mancha promueve un modelo centrado en la persona, un modelo de presente y de futuro que hace que la atención y las prestaciones se adapten a las necesidades de cada persona mayor.
Por otra parte, el Gobierno regional ha impulsado esta legislatura el Marco de Envejecimiento Activo con tres ejes de actuación: el primero engloba las actividades que favorecen el acceso a las nuevas tecnologías, el desarrollo personal, los hábitos de vida saludables y la participación social. El segundo promueve la autonomía personal, con actividades que inciden tanto en la persona mayor como en su entorno. En tanto que el tercero promueve la calidad de la atención que reciben los mayores.
En este último eje, se incluyen las actuaciones dirigidas a promover el buen trato y luchar contra el maltrato, que puede ser físico, psíquico, emocional o sexual y puede proceder del entorno más frecuente, el familiar, o de organismos o terceras personas.
El Gobierno castellano-manchego impulsa acciones a favor del buen trato, de formación y capacitación de los profesionales y familiares, y de divulgación y sensibilización para toda la sociedad, alcanzando los 8.400 participantes a lo largo de la legislatura.
En definitiva, trabajamos para conseguir que Castilla-La Mancha sea una comunidad autónoma para todas las edades, una comunidad inclusiva, que pide opinión y escucha a las personas mayores, y que garantiza sus derechos.