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viernes, 20 diciembre
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La historia de la “bebé robada” de Campo de Criptana que encontró a su madre biológica

Su madre biológica le ha confesado que nunca la había buscado "porque a ella le dijeron que había muerto allí en la misma clínica"

Ana Belén Pintado, la mujer de Campo de Criptana (Ciudad Real) que descubrió hace unos meses que era adoptada y una «bebé robada», ha localizado a su madre biológica, Pilar, una mujer que hoy en día tiene 69 años, es natural de Lanzahíta (Ávila) y actualmente reside en Madrid.

El encuentro entre madre e hija se ha producido por primera vez en Aranjuez (Madrid) donde ambas quedaron para conocerse, después de que Ana Belén consiguiera localizarla.

«En un principio cuando contacté con ella, se quedó extrañada y algo confundida y después de hablar un rato hasta me colgó el teléfono», ha indicado Pintado.

Sin embargo, Pilar le devolvió la llamada y le encomendó la tarea de averiguar todos los datos que confirmaran el parentesco que las unía. Ana Belén se puso manos a la obra y, a la información que ya tenía, sumó la que le facilitaron en el Instituto del Menor, plenamente coincidente con las circunstancias que se dieron en su nacimiento.

Entre otros datos, Ana Belén descubrió que su madre había estado en una revisión ginecológica de embarazada en abril de 1973 en la Clínica Santa Cristina de Madrid, donde ingresó el 9 de julio de ese mismo año para dar a luz al día siguiente.

Su madre biológica le ha confesado que nunca la había buscado «porque a ella le dijeron que había muerto allí en la misma clínica». «Me ha dicho que cuando nací me pusieron en sus brazos un momento, después me llevaron y a ella le pusieron una máscara en la cara y la sedaron y cuando se despertó y preguntó por mí, le dijeron que había fallecido» y «eso es lo que ella le dijo a mi padre biológico cuando habló con él, que la chica se había muerto».

En el contacto que ahora ya mantiene con asiduidad con su madre biológica, Ana Belén ha descubierto que, aunque ha crecido creyendo que era hija única, es la pequeña de tres hermanos y que tanto ellos como su padre, «están vivos» y aun está pendiente de conocerlos.

El parecido físico es «mucho», según dice su madre, con el resto de mi familia y ahora, tras superar «muchas dificultades» hasta conseguir llegar a su progenitora, su reto es normalizar una situación familiar que desconocía hasta hace un año aproximadamente cuando inicialmente se dio cuenta de que era «bebé robada».

Ana Belén Pintado ha querido agradecer la ayuda que le ha prestado su abogada, los medios de comunicación y todas aquellas personas que se han interesado por su caso y que «han puesto su granito de arena» para conseguir llegar a Pilar, su madre biológica.

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