En Tomelloso, casi 2.000 personas mayores de 65 años viven solas. Un tercio de las personas mayores de Tomelloso, viven solas. El problema es muy grave, pero silencioso. Mata sin hacer ruido. Mata más que la obesidad, más que el tabaco. La soledad no es solo un problema social o emocional, es un problema físico, de salud. Vivir en soledad, o simplemente vivir solo/a, agrava los problemas de salud y aumenta el riesgo de muerte prematura o de demencia. Y dadas las cifras que nos encontramos en nuestra sociedad, hace tiempo que tiene la consideración de epidemia… y nos puede pasar a cualquiera.
Por ello, la Fundación Libertatem ha puesto en marcha el Proyecto “Hilo Rojo”, dirigido a combatir la soledad y el aislamiento en personas mayores.
¿Por qué “Hilo Rojo”? La leyenda de “El hilo rojo” inspira a las personas que colaboran y trabajan en Fundación Libertatem.
Esta bella historia cuenta cómo el corazón está conectado al dedo meñique por una arteria llamada “ulnar” y cómo esta, a su vez, se prolonga como un hilo rojo invisible que nos une a otras personas, conectándonos a ellas, sin importar el tiempo, el lugar o la edad… El hilo rojo crea unos lazos provocando una sensación de paz interior, de seguridad, de alegría y de conexión.
La Fundación Libertatem ha querido poner todos sus esfuerzos en impedir que la soledad se apodere de las personas mayores y se pone a trabajar fomentando las relaciones sociales y el encuentro entre personas, mediante el acompañamiento y a través de los voluntarios. El “hilo rojo” une a las buenas personas que dedican su tiempo como voluntarios con personas que se encuentran aislados en una soledad no deseada.
La campaña de lanzamiento la realiza la Fundación con una exposición de carteles en escaparates de locales “vacíos”, haciendo un giño a los hogares “vacíos” de los mayores que sufren la soledad. La campaña pretende concienciar de la realidad y gravedad de esta epidemia que crece incontrolada en una sociedad en la que se impone la relación virtual sobre el contacto físico y presencial.
Desde la entidad, animan a cualquier interesado a que se convierta en voluntario para así ayudar a un amigo, un familiar o un vecino que esté escondido y olvidado, porque “la mera presencia de uno, hace mejores a los demás”.
Los interesados en contactar con la Fundación podrán hacerlo bajo la dirección de correo electrónico [email protected] o a través del teléfono 691 88 16 81.