El director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Ignacio García, ha asegurado que la coproducción no es una de sus prioridades en esta nueva etapa de cinco años que inaugurará con la 41 edición del certamen dramático que se iniciará el 5 de julio.
«No es necesario que nosotros seamos productores, sino que quiero desarrollar con el equipo un sistema que nos permita dar la mano a cualquier compañía en el mundo que quiera hacer Siglo de Oro. Queremos que sientan que en Almagro tiene un aliado, a alguien que les puede ayudar a hacer el camino y donde después enseñarlo, pero no necesariamente a través de la coproducción» ha aclarado.
Y es que para Ignacio García la intención no es que el Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro se convierta en «protagonista» de las iniciativas sino «ser acogedores del talento de los demás sobre el Siglo de Oro».
PIDE MÁS IMPLICACIÓN PRIVADA
Aunque ha querido hacer hincapié en el compromiso del Patronato del Festival de Almagro y de todas las administraciones, ha admitido que «los presupuestos son los que son, aunque también es verdad que nos han mostrado su intención de incrementarlo si la situación mejora».
Por eso ha aprovechado la entrevista para invitar a las empresas de la provincia, de la región y del país a que se involucren con el Festival de Almagro por muchas razones. «Entre ellas porque es nuestro patrimonio y nuestra identidad, que representa lo mejor que somos como los valores de la justicia, la nobleza, la solidaridad y la compasión que seguro que forman parte también de esas empresas».
Asimismo, no olvida mencionar que, al concederse al certamen este año el reconocimiento de Acontecimiento de Especial Interés Público, se va a dar más visibilidad y exenciones fiscales a las empresas que se impliquen en la financiación.
«Por no hablar de lo que supone contribuir con algo fundamental y que no se puede cuantificar como que haya niños que con 7 años se acerquen y escuchen de Cervantes que ‘no es un hombre más que otro si no hace más que otro’ o que Calderón les enseñe que ‘sea verdad o sueño, obrar bien es lo que cuenta'», ha argumentado.
Por ello, ha insistido, su intención es lograr «que todo el mundo se sume y que quienes no estaban encuentren su lugar, tanto los artistas como las empresas privadas». «Tenemos entre las manos una joya de un valor incalculable y un ecosistema de libertad de pensamiento y de libertad de imaginación irrepetible», ha defendido.
GRAN CARIÑO POR EL FESTIVAL
Tres meses después de su nombramiento como director del Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro, Ignacio García ha reconocido que lo que más le ha sorprendido en este tiempo es «el cariño» que «todo el mundo» le tiene al certamen dramático «tanto por parte del público como de las instituciones y la profesión».
A este respecto, ha destacado que, además de que ha recibido «cientos de llamadas deseándole suerte por el bien del festival, ese cariño demuestra que el certamen dramático se considera como un patrimonio inigualable y una cita obligada».
«Es un lugar casi mágico gracias a un milagro que se produce todos los veranos en La Mancha gracias a que hay un municipio que ha decidido darse a conocer por el teatro clásico y por el que han pasado los mejores actores nacionales e internacionales», ha apuntado.
Precisamente García ha admitido, tras haber participado en 14 de las últimas 20 ediciones, que no hubiera tenido las oportunidades que ha tenido en el mundo ni que su carrera habría sido la misma sino hubiera sido por tener Almagro como lugar de «aprendizaje, escaparate y trampolín». «Entonces es muy emocionante ahora para mi estar en el otro lado y tener la posibilidad de dirigir un gran equipo humano formidable como es el que integra el Festival», ha confesado.
El actual director del festival ha recordado cómo su primer contacto con Almagro fue como ayudante de dirección de Antonio Malonda y Juan José Granda, cuando aún estudiaba en la RESAD, para poner en escena ‘El Rufián Castrucho’ en 1999.
Tras visitar la Ciudad Encajera en 2001 como director de la compañía José Estruch de la RESAD a dirigir ‘Los Empeños del Mentir’ y al año siguiente ‘Los empeños de una casa de Sor Juana’, también ha hecho desde ópera en el Corral hasta componer la música de los últimos seis estrenos de la Compañía Nacional de Teatro Clásico de Almagro, a las órdenes de Helena Pimenta, que han sido ‘La Vida es Sueño’, ‘La verdad Sospechosa’, ‘Agravios y Celos’, el ‘Alcalde de Zalamea’, ‘El perro del Hortelano’ y ‘La Dama Duende’.
«Asumo una gran herencia que aspiro a que siga creciendo en nuestras manos para que se conozca más y mejor en el mundo», ha finalizado asegurando.