El 60 por ciento de la población que sufre el síndrome de ojo seco no está diagnosticado debido al poco conocimiento que hay sobre la enfermedad y sobre sus posibles complicaciones, según ha informado el director de Área Oftalmológica Avanzada y jefe del servicio de Oftalmología del Hospital Universitari Dexeus, Carlos Vergés.
El síndrome de ojo seco se denomina así porque describe la sequedad de las mucosas oculares, debido a un descenso de en la secreción de la lágrima basal que humidifica y lubrifica el ojo. Esta sequedad puede ir acompañada de alteraciones en las glándulas de meibomio, las cuales se encuentran en los párpados y tienen la función de secretar grasas que lubrifican y mantienen estable la película lagrimal que cubre la superficie ocular en condiciones normales (retrasa la evaporación de la película lagrima) y protege las células de la córnea.
En el ojo seco, la función de estas glándulas está alterada y la película lagrimal se rompe a los pocos segundos de abrir el ojo, de manera que, las terminaciones nerviosas y las células de la córnea y conjuntiva, quedan expuestas al aire y al roce del párpado, lo que provoca la inflamación de toda la zona.
Los síntomas suelen manifestarse como sensación de cuerpo extraño dentro del ojo y afectación de la visión (visión borrosa). «Hay múltiples factores que pueden provocar esta patología. Entre los externos destaca la polución, ambientes secos, permanecer mucho tiempo ante una pantalla, el uso abusivo de gotas e incluso la alimentación. Mientras que los factores internos son, entre otros, la edad, desequilibrios hormonales (acné, tiroides, menopausia), efectos secundarios de medicamentos como antidepresivos, anti alergénicos, anticonceptivos orales», ha explicado.
Desde hace años se está trabajando, continua el doctor Vergés, en encontrar nuevas formas de diagnóstico y tratamiento de esta patología más allá del uso de lágrimas artificiales que abordan únicamente los síntomas.
Precisamente, el equipo del servicio de Oftalmología del Hospital Universitari Dexeus ha validado recientemente la seguridad y eficacia de la terapia con Luz Pulsada Ultra regulada Intensa (IURPL) ‘ThermaEye’, desarrollada por Área Oftalmológica Avanzada en Barcelona para tratar el síndrome de ojo seco.
EXISTE TRATAMIENTO
«A partir de las técnicas de luz pulsada utilizadas en dermatología y medicina estética, hemos desarrollado una tecnología aplicada a la oftalmología llamada ‘ThermaEye’ que permite tratar el síndrome del ojo seco con luz pulsada intensa ultraregulada (IURPL) en pocos meses y de forma segura», ha comentado el experto.
El objetivo es, a través de diversas series constantes de micropulsos de corta intensidad aplicados directamente en los párpados, mejorar la circulación de la zona tratada, reducir la inflamación, eliminar venas anómalas que rodean las glándulas de meibomio y el borde de los párpados, y activar estas glándulas para mejorar la calidad de las grasas que secretan y mantener así, durante más tiempo, la película lagrimal que protege la superficie ocular.
«Hemos realizado un estudio en 82 pacientes (194 ojos) que recibieron cuatro series de tratamiento con ‘ThermaEye’ con un seguimiento de un año y hemos visto mejoras en todos los indicadores analizados y que éstas se mantienen en el tiempo. No sólo los indicadores objetivos como la composición de las grasas que secretan las glándulas de Meibomio o la osmolaridad de la lágrima sino también los parámetros subjetivos: todos los pacientes comenzaron a sentir mejorías a partir del primer mes de tratamiento», ha detallado.
Finalmente, Vergés ha asegurado que el interés por el ojo seco irá en aumento ya que su diagnóstico y tratamiento antes de realizar una cirugía refractiva o de cataratas puede ser la clave para el éxito de la intervención, especialmente cuando se implantan lentes intraoculares multifocales.
«Actualmente, además de nosotros, expertos internacionales de todo el mundo están utilizando la tecnología que hemos desarrollado en ‘ThermaEye’, ya con la certificación europea. Con los datos que se van recogiendo en los centros que se utiliza esta tecnología, esperamos que en breve, nos permita conseguir la aprobación del tratamiento en Estados Unidos y China», ha zanjado.