El próximo curso se desarrollarán 213 proyectos de Formación Profesional Dual en 75 centros educativos de Castilla-La Mancha, tal y como se recoge en la resolución de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes por la que se autoriza el inicio y renovación de proyectos de Formación Profesional Dual y que este jueves publica el Diario Oficial de Castilla-La Mancha.
Del total de los 213 proyectos autorizados, 26 de ellos corresponden a proyectos que se inician por primera vez, lo que da idea de la buena experiencia que está representando para los centros educativos esta modalidad de FP, a la que se concede especial relevancia y proyección de futuro en el recientemente aprobado III Plan de Formación Profesional de Castilla-La Mancha, ha informado la Junta en nota de prensa.
POR PROVINCIAS
Por provincias, en Albacete se desarrollarán 61 proyectos; en Ciudad Real, 58 proyectos; en Cuenca, 20 proyectos; en Guadalajara, 22 proyectos y en Toledo 52 proyectos.
Además, a lo largo del curso escolar se sumarán más proyectos de Formación Profesional Dual a los ahora autorizados, cuando se concreten las iniciativas que a este respecto mantiene la Consejería de Educación, Cultura y Deportes, con diferentes entidades y empresas de la región.
Mediante el desarrollo de este tipo de enseñanza en modalidad Dual, los más de 2.700 alumnos y alumnas que participarán en los proyectos autorizados, completarán su competencia profesional con contenidos directamente relacionados con las necesidades específicas del sector productivo, desarrollando las actividades formativas en un entorno real de trabajo.
Asimismo, se familiarizarán con aspectos organizativos del ámbito laboral, mejorarán sus expectativas de empleabilidad e incrementarán su motivación como consecuencia de su mayor contacto con las empresas y entidades colaboradoras.
Las más de 700 empresas o entidades colaboradoras que participan en la FP Dual hacen realidad la necesaria conexión que debe existir en todo momento entre el sistema educativo y el tejido empresarial para alcanzar una mejor cualificación profesional del alumnado, facilitando así la posible incorporación de nuevo personal y los procesos de relevo generacional y mejorando aspectos organizativos y productivos como resultado de su participación en el desarrollo de estos procesos formativos.