El 52 por ciento de la energía que se produce en Castilla-La Mancha es energía renovable. Estos datos significan que «producimos el doble de la que consumimos, lo que supone que Castilla-La Mancha podría autoabastecerse de energías renovables y eso sería vivir en un ambiente con un aire de una calidad extraordinaria», ha explicado el director general de Industria, Energía y Minería, José Luis Cabezas.
Cabezas ha realizado estas declaraciones en la jornada ‘Energía y Calidad del Aire: diagnóstico y respuestas’ que, organizada por la Fundación Naturgy, se celebra este miércoles en Guadalajara, según ha informado la Junta en nota de prensa.
Justamente es en esta provincia donde se encuentra el municipio de España con mejor calidad de aire y el tercero del mundo, Campisábalos, según un estudio realizado por la Organización Mundial de la Salud. Solo dos municipios de los medidos a nivel mundial, uno de Finlandia y otro de Canadá, se encuentran por encima de Campisábalos en cuanto a calidad de aire, «lo que dice mucho en favor de esta tierra», a juicio del director general de Energía.
No obstante, José Luis Cabezas ha reconocido que hay muchos otros puntos de la región en los que la situación es mejorable y por ello desde el Gobierno regional «estamos trabajando por conseguir un aire más puro y así mejorar la calidad de vida de las personas y la de las próximas generaciones». En ese sentido, el director general ha reiterado la necesidad de apostar por nuevos modelos energéticos que supongan un freno al cambio climático.
Ese cambio de modelo energético debe pasar, a juicio de José Luis Cabezas, «por un ahorro y eficiencia de la energía, sustituyendo el modelo de uso de la energía basado en producir, consumir y tirar, a uno que consista en minimizar, reducir la explotación de las materias primas y aprovechar al máximo los residuos».
A pesar de que a nivel nacional las emisiones de CO2 se han incrementado en más de un 15 por ciento desde el año 1990, en Castilla-La Mancha estas emisiones han disminuido respecto a ese mismo año un 2,1 por ciento y respecto al 2005 se han reducido un 36 por ciento.