Efectivos de la Guardia Civil de Ciudad Real han detenido a tres personas e investigado a otras tres, por supuestos delitos hurto y estafa, contra la salud pública y delito de receptación.
Los tres detenidos, de edades comprendidas entre 24 y 32 años de edad, eran vecinos de Poblete y Puertollano. En cuanto a los investigados, dos de ellos de 28 años vecinos de Puertollano y otra persona de 39 años de edad, vecina de Ciudad Real.
El origen de la investigación se remonta a mediados del mes de Abril del año en curso, al detectar una serie hurtos, uno de ellos cometido en el Ayuntamiento de Alcolea de Calatrava y otros dos hurtos en el Polideportivo de Carrión de Calatrava, donde se habría hurtado mediante el descuido un bolso y varios teléfonos móviles.
Las diversas investigaciones realizadas por la Guardia Civil y los datos aportados por la colaboración ciudadana permitieron a los agentes centrar sus investigaciones en un vecino de Poblete que contaba con un amplio historial delictivo por hechos similares.
Durante el transcurso de la operación, el ahora detenido cometió otro hurto y un delito de estafa, al marcharse sin pagar de la estación de servicio donde repostaba con su vehículo momentos después de cometer el hurto de un rifle en una empresa maderera de Picón.
Modus Operandi
La línea de investigación llevada a cabo por la Guardia Civil determinó finalmente que el autor de los hurtos se desplazaba a municipios cercanos de la capital, siempre en horario diurno, acompañado en una ocasión por uno de los ahora investigados, aprovechaba que no hubiera testigos que pudieran ver la comisión de los hechos ilícitos y hurtaba al descuido toda clase de objetos.
Posteriormente, el resto de detenidos e investigados recepcionaban los efectos procedentes de los hurtos, además de intercambiarlos por droga en uno de los dos domicilios de la localidad de Puertollano donde se realizaron unos registros domiciliarios.
La policía intervino una pistola táser para descargas eléctricas, machetes, catanas, bastones con hoja metálica, puñales y navajas de grandes dimensiones, un arco de competición, teléfonos móviles, además de 1500 gramos de marihuana y 5 gramos de cocaína. Algunos de estos efectos ya han sido entregados a sus legítimos propietarios.